Eran las 7:00 de la mañana, me encontraba sentada en el inodoro observando el blanco techo del sanitario, postergando todos los deberes escolares que tenía por hacer.
—¿Por qué no ha hecho la tarea, Srta Sanders? Esto amerita una F.— Imaginé la insoportable voz de la profesora Linda luego de descubrir que no había hecho los deberes de literatura.
— Oh...— Suspiré inconforme cubriéndome el rostro con ambas manos.
Al dirigirme a la habitación para buscar los libros recibí un mensaje en el celular.
Simon: ¿Qué tal si damos un paseo hoy? Tú, Diana, Arlen, Hans y yo. ¡Anímate, será divertido!
Yo: Me gustaría, pero tengo deberes pendientes... De hecho, tú también.
Simon: El mundo puede acabarse mañana, Megan. Aunque no estás en condiciones de no hacer los deberes de literatura. ¿Por qué no te apresuras y salimos luego del almuerzo?
Yo: Lo intentaré.
Simon: Si logras terminar a tiempo, el encuentro es en la Avenida 16 a las 2:00, es justo esa que radica detrás de la Universidad.
Yo: Ok.
Tras apagar el móvil me dirigí a la mesa de la cocina lo más rápido que pude para intentar culminar con mis deberes antes de la hora establecida para el encuentro.
¿Qué estará haciendo Equis ahora?
Seguro está observando su tortuga.
2:00 de la tarde.
— ¡Hola chicos!— Les saludé alegre tras encontrarlos reunidos.
— ¿Has terminado los deberes? — Preguntó Simon cruzándose de brazos con el ceño fruncido.
— Sí...— Respondí desviando la mirada.
— ¡Más te vale! — Me regañó dándome un ligero golpetazo en la cabeza.
Lo fulminé con la mirada, inmediatamente me acarició el cabello desviando la mirada y los chicos rieron.
— ¿Tienes algo que contarnos, Megan?— Preguntó Hans arqueando una ceja.
— Veo que ya lo saben.— Miré a Simon.— Me pregunto quién se los contó...— Ironicé.
— Eso es lo de menos... ¡Cuéntanos!— Exclamó Diana agarrándome el brazo.
— Cuéntanos todo y exagera.— Añadió Arlen tomándome el otro brazo.
Estoy rodeada.
— Bien, bien, señoritas del chisme, pero que nos vaya contando por el camino que se nos hace tarde.— Advirtió Hans rodeándonos con los brazos.
— ¿Se nos hace tarde? ¿A dónde vamos?— Pregunté con el ceño fruncido y observando a Simon.
— Iremos a varios lugares, pero primero veremos a Hans competir.— Respondió Diana dándole un ligero hombrazo a Hans.
El rió desviando la mirada.
— ¿Competir?— Levanté ambas cejas con una ligera sonrisa.
— Carreras de motos, Hans es corredor de motos.— Respondió Arlen acomodándose el cabello detrás de las orejas.
— ¿Enserio?— Pregunté con una expresión de asombro.
— Es muy bueno, de hecho.— Añadió Simon rodeando a Hans con el brazo.
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Equis. (En proceso)
Подростковая литератураRecién me mudé al edificio y no conozco nada sobre el chico del piso de abajo. Todos le llaman Equis, pero nadie conoce realmente su nombre. No establece ningún tipo de relación con las personas, por lo que se desconoce si tiene un empleo o aún asis...