Monólogo de una enferma en sus últimos minutos de vida.

29 7 2
                                    

Escrito por: TefysSoul


Mis ojos se mueven buscando el reloj, las cuatro y veinte marca, o al menos es lo que creo yo. Ya no era capaz de confiar en mis sentidos, o lo que quedaba de ellos. Era terrible vivir así, aunque si me permiten opinar, los días anteriores fueron peores, un infierno. Claro, no estaba paralizada en la cama como en este momento, pero sentir cómo tu cuerpo dejaba de funcionar y tu mente empezaba a empeorar era un proceso frustrante y sobre todo, lento.

Pasaban los segundos malditamente lentos, sentir como resbala tu lágrima mientras poco a poco caes al suelo. El tormento de vivir un pequeñísimo momento sufriendo y que se repita una y otra vez sesenta veces y ahí completar el minuto, es como tener al diablo riéndose detrás del cuello.

Y todavía habían personas que se la pasaban diciendo que estaba fingiendo, que mi enfermedad era solo un invento. Si solo ellos, si tan solo ellos vinieran y vieran si es que acaso puedo mover un pelo, tendrían la mandíbula en el suelo.

Odiaba a la gente como ellos.

Se la pasaban juzgandonos como si alguna vez le hubiéramos hecho algo. Gente retrógrada que creía que por no ser enfermedades muy notables físicamente, no existían. Que nuestro sufrimiento, por no ser visible, no valía. Me daban ganas de extirparme mi alma e insertarla en ellos para que noten cuánto pesaba el dolor que albergamos en ella, cómo te destruía por completo y cómo es que nosotros vivíamos con ello.

Pues nosotros, los que sufrimos de enfermedades mentales, solo nos queda eso, vivir con ello. Pues cuando piensas que estás bien, en cualquier momento puedes recaer de nuevo. Y es horrible, déjame decirte eso, el saber, que para tí, no hay arreglo. Que puedes tropezar con la misma piedra y volver al suelo, luego ver lo que queda de camino y notar que hay cientos de ella con la que te arriesgas a lastimarte de nuevo.

Dices, entonces, que todo esto que nos genera la mente, ¿es un invento? Ojalá fuera eso. Ojalá solo descartar la idea de que quieras estar muerto y seguir con tu vida como un hombre nuevo.Que esto no era una enfermedad física, ya entendimos, colega. Pero déjame decirte esto.

Cuando la depresión crece, ¿Crees que uno solo se lamenta?¿Quieres verme parada en el precipicio de un edificio para, solo ahí, tomarme en cuenta? Cuando veas mi cuerpo esparcido en el pavimento, ¿seguirás diciendo que por no ser físico es un invento? Mi alma se levantará y te dirá "¿A que no es físico? Pues mira mi cuerpo, está muerto".

Esto no es una enfermedad física, pero mírame paralizada en la cama en este momento. ¿De donde crees que viene esto? Es por que no he comido en días, porque cuando no quieres existir, te quitas toda la vía que te haga seguir viva. Es por que no tengo fuerzas ni para sentarme en la cama, pues he estado acostada tanto tiempo que mi piel ya se ha fusionado con las sábanas, y si hago el mínimo movimiento me dan calambres y caigo de nuevo a donde estaba.

Ahora que el pitído en mi oido suena más fuerte, los puntos negros que veo se agraban y la respiración me comienza a fallar otra vez, por no ser síntomas de una enfermedad física, ¿no crerías que en realidad, lo que está pasando, es que estoy agonizando? Pues poco a poco siento mis sentidos desvanecerse, comienzo a ver en negro, siento mi respiración pasar de desesperadaramente rápida intentando buscar aliento a cada vez más lento tanto que poco a poco dejo de percibirla, mi corazón late más y más lento y mi consciencia parece morir y luego volver por un momento, cómo los últimos parpadeos de vida que tengo.

Dime, en estos últimos segundos de vida que me quedan, ¿Acaso mi sufrimiento no cuenta hasta ahora?¿Si me hubieran tomado en cuenta antes, no crees que no estaría, en este momento, esperando a mi hora?¿Más personas tienen que vivir con este sufrimiento a diario, y no ser tomadas en cuenta, por que "no se les nota"? ¿Tengo que ver cómo más gente como yo, se ahorca, se tiran de puentes, de edificios, se tiran un balazo o las venas se cortan?

¿Es que acaso más millones tienen que morir de la misma forma para que al fin nos quieran salvar de esta enfermedad que, aunque no sea física, sí mata a personas?

La ambivalencia de los cuerpos celestes | PoesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora