Steve Tomlinson
Miro a Atenas ella se encuentra explicándonos el trabajo que hizo, no lo voy a aceptar en voz alta, pero me ha callado la boca, hizo el informe, las cuentas, hablo con los encargados de llevar el pedido hacia la fiesta que hará el presidente este viernes, todo lo hizo ella sola en menos de dos días, creo que la subestime bastante.
Nos encontramos en el salón de reuniones, al otro extremo de la mesa está sentado Salvatore que le presta la misma atención que yo a mi asistente, nos tiene muy sorprendidos con el buen trabajo que ha hecho, es muy eficiente, lo hizo muy rápido, no tiene ningún error, incluso está bien escrito y en orden, realmente pensé que se le haría difícil, que estaría estresada y mal humorada en estos momentos estaba muy equivocado.
Ella se miraba fresca, viva, con mucha energía, eso se me hacía algo raro porque en mi presencia mayormente está de mal humor, lazándome dagas a morir con los ojos.
Veo la manera con la facilidad que se desenvuelve, habla con propiedad, no se le ven indicios de burla o querer matarme, está en modo profesional, camina de un extremo a otro frente a la gran pantalla donde se muestra su trabajo en un programa de software.
Otra cosa que no voy a admitir en voz alta es que se ve bonita, tengo que aceptar que ella siempre viene bien vestida al trabajo, profesional pero bonita.
Pero hoy por alguna razón que desconozco, se ve más bonita que antes, no sé si es que mi mente me está jugando una mala pasado o es por la forma que esta vestida hoy.
Mi mirada la recorre de abajo hacia arriba con algo discreción, lleva puesto unas botas en cuero hasta las rodillas de color beige, lleva una falda con patrones de tabla también color beige, sus piernas anchas se ven muy bien con ese tipo de falda, la falda tiene líneas de colores marrón oscuro y crema formando pequeños cuadros, lleva una camiseta manga larga de lana hasta el cuello de color blanca, tiene su cabello corto suelto en ondas, esta levemente maquillada nada exagerado, sus ojos azules se ven preciosos.
Por alguna razón me imagino nosotros dos solo aquí en la sala de reuniones uno pegado al otro, sus manitas rodeando mi cintura, me imagino pasando mis manos por sus mejillas regordetas dando pequeñas caricias, con sus mejillas sonrojadas mientras ella me sonreí de una manera única para mí, es como si encajáramos a la perfección, no puedo negar que se siente cálido.
Niego asustado cuando caigo en cuenta por donde va mi imaginación, me quedo quieto en mi silla todo aturdido, paso una mano por mi cara, siento mi corazón demasiado acelerado, paso la misma mano que pase por mi cara ahora sobre mi pecho intentando calmarme.
¡Que carajos hago pensando de esa manera sobre Atenas, es jodidamente imposible!
No puede llegar atraerme o gustarme Atenas... No puede ser...
Ella no es el tipo de mujer que pega conmigo...
Ella es gorda...
No es lo que me conviene, además yo la detesto tanto como ella a mí.
¡Así que no!, jamás podría verla como mujer simplemente es mi asistente y además de gorda.
Por la única razón que ella está trabajando para mí, es para cobrarme las cachetadas que me dio, ella está aquí para yo cobrarme cada uno de sus desplantes, para hacerle entender quién es el que manda, que ella está por muy debajo de mí.
¡Concéntrate, Steve Tomlinson Vannicelli!
¡Concéntrate, Steve Tomlinson!
¡Concéntrate, Steve!
Me repito una y otra vez, mientras juego con mis manos, moviendo mi pie derecho en un tic nervioso, suspiro comenzando a irritarme.
Simplemente estoy cansado y por eso ando imaginándome cosas donde no las hay...
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Una gordita llena de amor
Romantik¿Que hacen cuándo todo en tu vida está mal y los primeros culpables de tus problemas son tus padres? No se ustedes...pero ella huyo de casa. Atenas Ivanov, chica humillada por sus padres por el simple hecho de tener unas libritas de más . A una ed...