Amor Y Livertad

IX

Oscuridad  era lo único que  alcanzaba a ver, mirara donde mirara solo  podía ver oscuridad.

Pero en esa inmensa oscuridad, sentía una sensación de tranquilidad que me recorría el cuerpo haciendome cerrar los ojos y respirar con tanta seguridad, mi respiración y el latido de mi corazón eran los único sonidos que se podían escuchar en aquel lugar, una sensación me invadió y sin  pensarlo empecé a caminar aún con mis ojos cerrados,  confiando solo en mi intuición, mis pasos eran lentos carentes de algún sonido. Sentí que caminaba durante horas, si  ningún tipo de cansancio, hasta que lo oí, en la lejanía, sentía que me llamaba, aún sin abrir mis ojos decidí seguir aquel sonido que se iba haciendo más fuerte cuando me acercaba, mi corazón empezó a latir muy rápido en mi pecho y sin darme cuenta una sonrisa se abría paso, lo sentía estaba tan cerca que casi podía tocarlo, aquel sonido era tan embriagador, tan alegre, tan salvaje, tan libre, de pronto una luz cubrió mis párpados, era como estar bajo el sol, estaba seguro que si hubiera tenido los ojos abiertos me abría segado momentáneamente aquella luz, una luz que era tan cálida, la sensación era maravillosa, los sonidos se hicieron más fuertes y entonces lo reconoci  sonaba como un tambor, mi corazón latía tan erraticamente que sentía que se me iba a salir del pecho, la sonrisa en mi rostro pronto se volvió una risa, una risa tan burbujeante que salía de mi pecho sin poder controlarla, las risas se convirtieron en carcajadas alegres, efusiva, no pude evitar sostener mi estómago e inclinarme hacia adelante casi callendo de rodillas,
La luz se hacia más brillante y los sonidos se hacían más fuertes, en algún momento de la luz brotó una risa tan parecida a la mía pero a la vez tan diferente, mi estómago dolía y las lágrimas brotaba de mis ojos, de pronto las risas pararon y el sonido del tambor disminuyó pero aquella luz permaneció en su lugar, una oleada de murmullos salieron, no podía distinguir muy bien  lo que decían, pero alguna prometían, conocimiento, alegría, poder, libertad. Siempre desde que era muy niño desde que vivía en la villa fosha con Makino, desde conocía a Shanks, desde que conocí a Ace y a Sabo, incluso desde antes de todos ellos siempre supe lo que quería, lo que más deseaba en el mundo, algo que solo escuchaba hablar en los murmullos que traían las olas del mar, y que era una frase tan recurrente y tan constante en mi día a día que la desee con seseperacio. LIBERTAD, ser la persona más libre del mundo y compartir esa libertad con mis seres queridos " yo podría darte lo que tanto deseas"  mis ojos se abrieron de golpe, siendo encandilado tomándome unos momentos para acostumbrar mi vista y poder ver hacia aquella luz, cundo por fin pude acostumbrarme levante la mirada y pude verlo, una silueta para enfrente de mi siendo ennegrecido por la inmensa luz que se veía a su espalda, lo único que podía ver bien  de aquel sujeto eran sus ojos, tan intensos, tan confiados, tan llenos de poder, unos ojos que prometían la tan anhelada libertad, esos ojos me miraban con tanta intensidad que no pude sostenerme  más haciendo mis rodillas ceder y caer al suelo arrodillado ante aquel ser "Entonces, luffy ". Un escalofrio recorrió mi cuerpo al oír mi nombre salir de aquella persona, sus voces eran tranquilas, por que por alguna extraña razon de su boca la cual no pedía ver salían varias voces, tan distintas, tan únicas y misteriosas, mi cierpo volvió a estremecerse al educarlo hablar de nuevo "que es lo que más desea tu lastimado y puro corazón,  dímelo y yo te lo daré, te daré el mundo entero si quieres, solo tienes que pedirlo " Sus palabras me dieron  una sensación de calidez en todo mi cuerpo, hacia mucho tiempo que alguien  me había prometido darme el mundo entero, pero esta es la primera vez que enserió lo creo, que enserió pude dármelo todo y que tiene el poder necesario para ello, el me miraba tan tranquilo aun esperando una respuesta "¿Quien eres?"  Mi vos salio como un susurro que incluso dude que el me hubiera escuchado "E tenido muchos nombres a lo largo de mi vida y respondo a todos ellos, es la humanidad quien decide  como decide llamarme" Antes de que me diera cuenta el se estaba acercando a mi deteniéndose a solo dos pasos de distancia y luego se arrodillo frente a mi y poso su mano en mi mejilla acariciándola con tanta ternura que no pierde evitar volver a cerrar mis ojos e inclinarme hacia el toque tan cálido, y si darme cuenta mi cara se empapó de lagrimas, de mis lágrimas, hace mucho tiempo que alguien no me acariciaba con tanta ternura, sin evitarlo un sollozo salio de mi boca dando paso a una cantidad de emociones retenidas que salían con cada lágrima, con cada grito de agonía, sentía que me estaba ahogado en mis propias emociones, dolor, tristeza, soledad, ansiedad, todo   pedía salir de una vez por todas, no se en que momento aquel ser me tomó en sus brazos y me abrazo con tanta fuerza, sus brazos me envolvieron dándome tanta sensacion de calidez y de seguridad, haciendo que mi ya fragmentado corazón expulsará todo, mis gritos fuero  amortiguados en su hombro, el me tomó de una forma que quede acurrucado en sus piernas, y mientras mis lágrimas aun desendian por mis mejillas el me arrullaba  meciéndose de adelante hacia atrás, y una melodía salía de su boca cantando una canción que reconocía  muy bien, una canción que me recordaba a los piratas pelirrojos ya que fue shanks y su tripulación los que me la enseñaron. El sake de Bink's.

No se por cuanto tiempo estuvimos así, yo llorando en su hombro y el cantando y arrullandome, pero mi llanto pronto se volvieron sollozos entrecortado, ya sintiéndome más tranquilo levante la vista y pude ver aquellos ojos carmín mirándome con preocupación y tristeza, no me gusto ver esa expresión  en sus hermosos ojos y con los pocos ánimos que me quedaban le di la sonrisa más grande que pude y por primera ves pude ver su boca con la cual me devolvía una sonrisa,  mostrando una ilera de diente blancos, por impulso subí mi mano hasta pasarla en lo que creo que era su mejilla, el tomo mi mano entre la suya y la dirigió a sus labios y deposito un beso en ella, "Livertad  y el poder para darle livertad a los demás, quiero ser la persona más libre del mundo, puedes darme eso" mirándome fijamente sonrió "Te puedo dar eso y mucho más por que por algo fuy conocido como el dios de la liberación" .Expresó firmemente mientras aún sostenía mi mano entre la suya "¿dios de la liberación?" Pregunte distraída mente, mi mente se estaba volviendo confusa y mis párpados me estaban pesando y el lo noto y con una sonrisa tan cálida acerco su rostro al mío juntando nuestras frentes "Si pero tu me puedes llamar Nika "  ¿Nika? Creo haber escuchado a Sabo contándome una historia sobre el, sin poder evitarlo mi ojos se cerraron mientras aún estaba en los brazos de aquel ser, no, en los brazos de Nika, los último que escuché fue a Nika diciéndome "Duerme mi pequeño pirata pronto nos volveremos a ver te lo prometo".

Al despertar me sentía aturdido, habrá sido un sueño, pero se sintió tan real, poco a poco empecé abrir los ojos tratando de acostumbrarme a la luz de día que entraba por la ventana, que raro no recuerdo haber tenido una ventana en mi celda y entonces recordé, la fuga, el bote y a Marco,es cierto ya no estoy en ese feo lugar ahora estoy en le Moby Dick con los piratas de barbablanca me sentí relajarme y empecé a tranquilizar mi respiración  aunque desde cuando mi respiración se escucha doble, en ese momento me di cuenta que había un brazo rodeado me  la cintura, al alzar a vista me encontré con el rostro pacífico  de Marco  quien estaba durmiendo a mi lado, decidí no despertarlo y simplemente me acurrucaque junto a él y volver mi cabeza para mirar hacia la ventana, el cielo azul estaba despejado con unas pocas nubes decorando el cielo, no pude evitar sonreír pues por fin  estaba fuera de ese orrible lugar y estaba en un lugar seguro, en el mar "justo donde debes  estar " escuche al mar susurrar y no pude evitar sonreír más amplia mente "shishishi veamos que nos depara el futuro, prometo encontrarlos Ace, Sabo, los encontré y les daré livertad como prometí, no es así Nika"

"Así es mi pequeño pirata le daremos libertad a todo el que la quiera y pobre de aquel que quiera interponerse en nuestro camino, Los tambores de la liberación pronto se escucharan en todo el mar ".