Tres, doce, quince
y pierdo la cuenta
y respiro
una, dos y seis veces
y quema la piel a su paso
me escupe el fuego de su boca.
Se ríe de mí
y me mira fijamente
mientras los brazos se me rompen
y los ojos se me quedan secos.
Estoy tan deshidratado por dentro
no me queda nada, madre.
Ahora nada me abraza
ni el viento
aquí no existe
y las velas solo me dan frío
y la oscuridad es tanta
que ni yo mismo me veo.
Se acabó mi voz
de tanto suplicar
de gritar
de pedir.
¿Qué hice mal, madre?
Ni el animal más solo de la calle
se sentiría como yo aquí
ni la lluvia más triste
se derrama como yo
todo está oscuro
no hay luz.
Y ella solo se encuentra ahí
como si pudiera salvarme
con solo dar un paso
y abrazarme con sus huesos.
Tengo tanta hambre
Y ella solo me mira
sin vida
aun así, vive más que yo.
Es amada más que yo, madre.
Hay tanto a su alrededor
y no merezco nada
soy solo un ladrillo más aquí
soy solo piedras, polvo.
Me duele respirar
deseo tanto la muerte ahora
me duele la piel.
Deseo que me lleves ahora mismo, madre.
Me duele pensar
me duele no poder moverme
no estirar la mano
no correr
no reír
no comer
ni beber
por favor, madre.
Necesito la muerte para vivir.
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Escritos del ayer
RandomMis escritos repentinos, mi poesía rara, mis breves historias de amor.... Simplemente los pensamientos de mi cabeza al disparo de la imaginación.