━━━━━ 𝐌𝐀𝐈𝐀 𝐋𝐎́𝐏𝐄𝐙; es una adolescente que creció junto a su mejor amigo 𝐏𝐀𝐔 𝐂𝐔𝐁𝐀𝐑𝐒𝐈́. Sin embargo, desde el 𝐅𝐂 𝐁𝐀𝐑𝐂𝐄𝐋𝐎𝐍𝐀, le darán el sí para entrar en la cantera de La Masia. Dejando sola a su mejor amiga.
Años despué...
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mucho tiempo después...
• PAU'S POV:
Los días en La Masia eran intensos, y los días se habían convertido en una rutina agotadora pero satisfactoria. Entre los entrenamientos y los partidos de preparación, cada jornada era una prueba de mi resistencia y de mi determinación.
El entrenador del primer equipo, Xavi Hernández, confiaba en mí, y eso me impulsaba a darlo todo en cada práctica. Decía que era una promesa del club, y me había vuelto fundamental en el equipo y que en poco tiempo y con más entrenamiento, ya estaría consiguiendo logros individuales y sumando títulos al equipo en general.
La autoexigencia era tal que después de un entrenamiento particularmente duro, me quedaba en el campo unas varias horas más, perfeccionando mi técnica. Sabía que cada segundo que invirtiera me acercaría un poco más a ese sueño de ser titular con el primer equipo.
Sin embargo, a pesar de que estaba logrando mi sueño, sentía una especie de vacío. Algo que no podía llenar con el fútbol, y que, aunque me costara admitirlo, tenía que ver con Mia y la gente que me rodeaba. Mi vida estaba avanzando a toda velocidad, mientras que mis recuerdos de ella se iban quedando atrás, como si fueran parte de una realidad que ya no existía.
Cada vez que pensaba en esos momentos en los que hablábamos sin parar, en esas risas que compartimos, sentía un nudo en el estómago. Pero el sacrificio era parte del camino. Xavi me recordaba siempre que un verdadero profesional debía saber apartarse de todo lo que pudiera distraerlo.
Con el tiempo, me volví más callado y concentrado. Ya no hablaba de Mia con Héctor y Lamine, quienes ahora habían remplazado el lugar de Mia. Ambos notaron el cambio en mí y, aunque al principio intentaron preguntarme si algo me preocupaba, finalmente entendieron que necesitaba estar enfocado y que ya había superado esa etapa de mi vida.
Lamine y Héctor ya habían debutado, Lamine ya era parte del once inicial pero a pesar de ello y al igual que yo, los dos tenían sus propios y sueños colectivos de llegar lejos con el primer equipo.
Pero a veces, cuando el cansancio me sobrepasaba o cuando tenía pequeñas lesiones, no podía evitar pensar en cómo sería que Mia estuviera ahí para escucharme, para darme ese apoyo que ahora parecía tan lejano. Sin embargo, me repetía una y otra vez que era lo mejor, que debía seguir adelante sin mirar atrás. Cada sacrificio, cada relación perdida, cada hora sin descanso, todo era necesario para llegar a ser quien siempre soñé.
Después de un año en La Masia, no me atreví a llamarla más. Pues significaba volver a los recuerdos, volver a pensar en ella, y volver a extrañarla, y en mi cabeza de futbolista no había espacio para distractores.
• MIA'S POV:
El tiempo pasó lentamente después de la muerte de mamá. Los días se convirtieron en una mezcla de rutina, llorar y pasar el duelo.
