1. La mirada más pesada del mundo.

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-¡Sophia!-oigo el grito de Bonnie desde la cocina. -¡Vamos a llegar jodidamente tarde!

No hago caso al grito de Bonnie y continúo buscando mi camiseta favorita.

Esta no... Esta no... ¿¡Esto qué hace aquí!? No, ¡joder!... Aquí está.

Tomo el tank top negro con el logotipo amarillo de Batman y me lo pongo rápidamente. Me pongo mis vans negras, acomodo mi blue jean y tomo mi bolso. Diablos, mis zapatillas. Tomo la patineta y me dirijo a la puerta, pero antes de llegar, por lo torpe que soy, caigo de culo por enredarme con mis propios pies.

Genial.

-Maldita sea. -susurro y me levanto a regañadientes del suelo. Está frío.

Bajo corriendo y me dirijo a la cocina. Bonnie está sentada en uno de los taburetes.

-Hola, madre. -digo tomando una manzana verde de la barra. -Adiós madre.

Bonnie y yo salimos a toda prisa. En cuanto las patinetas tocaron el pavimento comenzamos a andar lo más rápido que podíamos.

Bonnie mira su reloj. -Las 8:27, Sophia.

-Nos desviaremos, iremos por atrás.

Por detrás de la escuela hay una gasolinería, justo ahí hay un pequeño café para viajeros el cual tenemos que atravesar, pero nos ahorraríamos cinco minutos al ir por allí.

***

-¡Corre marrana con lepra, corre!-le grito a Bonnie para que corra aún más rápido, me gusta gimnasia, pero Mr. West en serio se pasa.

La campana suena y eso nos avisa que empieza la tercera clase en mi horario. Baile. No es ballet, pero es extracurricular y me dan puntos en la clase con puntuación más baja, estoy bien con eso.

-Nos vemos después, Soph, debo ir a mi clase de Arte.-me dice Bonnie acabando de cambiar su ropa de gimnasia.

-Claro, nos vemos luego.

Termino de ponerme las vans, tomo mi bolso y salgo de los vestidores. Mr. West está con los de fútbol americano y me despido de él con un fuerte grito para que se escuche hasta el otro lado del campo "Adiós, Mr. West". Los del equipo me miraron al momento que me despedí, incluyendo a James. Su mirada es pesada y se siente mientras camino.

James es rubio, de ojos azules y alto. No es el más popular pero si tiene el ego por las nubes. Su familia es tan adinerada que pueden comprar una isla enorme si quisieran.

-Hey, Annie.-escucho en cuanto casu llego al edificio. Miro a un lado y veo a la única persona que me diría "Annie". Samuel.

-Debo llegar a mi clase de baile rápido, así que comienza a hablar ahora.-me toma la mano y entrelazo nuestros dedos.

-Serás mi tutora.-suelta una risita y con mi mano libre abro la puerta de atrás del edificio 3. -¿Sabes lo que significa?

Ruedo los ojos. -¿Que me harás perder más tiempo?

-No, que pasarás más tiempo conmigo.

-Lo sabía, más tiempo perdido.-abro la puerta del salón, me detengo justo cuando entro y me volteo frente a él. -Nos vemos luego, cariño, tengo clases y lo sabes.

Samuel y yo hemos estado saliendo desde hace dos meses, pero lo conozco desde hace tres o cuatro años, cuando su familia se mudo dos calles después de donde vivo.

Se inclina para besarme y le correspondo. -¿Después de clases, bonita?

-Claro.-le sonrío y le hago un ademan con la mano para despedirme antes de cerrar la puerta del salón-estudio.

-Bueno clase...-comienza a hablar Ms. Rock, pero dejo de escuchar luego de su muy habitual saludo.

Miro a mi alrededor y todos están sentados por los bordes, busco en mi bolso una barra energética y lo dejo en los ganchos para dirigirme a una de las esquinas, sentarme y escuchar las indicaciones. Abro la barra, despego el envoltorio hasta la mitad y muerdo. Manzana verde y canela, mi favorito.

Ms. Rock ve la lista y habla. -...Y Anna con James.

¿¡QUE YO QUÉ!?

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