-¿¡Cómo es que yo voy a bailar con eso eh!? ¡Me reuso a bailar con el niño ricachón, Bonnie!
-Y más quejas. Anna Sophia por Dios, es un simple baile. -dice mi mejor amiga comiendo de sus Pringles.
-Él me caga la vida, Bon. -la miro y le hago cara de perrito mojado.
-¿Yo? ¡Si para eso fui hecho! -Andrew aparece en las escaleras y se ríe.
-Cállate, tú también me cagas la vida. -lo miro y luego a Bonnie. Las zapatillas, otra vez. ¿Pero es que ya ando pendeja o qué me pasa? -Aunque no me cagaras la vida si me hicieras un favor, hermanito.
Bonnie ríe, ella sabe que no le diría hermanito a menos que necesitara algo.
-Un favor... ¿a cambio de qué, enana? -me mira. Yo sé exactamente lo que quiere.
-Ufunafa cifitafa con Bofon. -dice luego de algunos minutos. Una cita con Bon. El idioma de la F no lo puede entender Bonnie, así que tenemos ventaja sobre ella.
A Andy le ha gustado Bonnie desde que se mudó a la casa de al lado, él tenía unos 11 años y nosotras 9.
Recuerdo cuando ella bajó de la camioneta sosteniendo a su perro, entonces era sólo un cachorro, Andrew y yo estábamos en el jardín jugando con pistolas de agua pero, en cuanto vi al pequeño husky en sus brazos no pude evitar correr hasta ella gritando '¡Un cachorrito!'. Luego de eso me presenté con ella y me dijo que fueramos amigas, desde entonces lo somos. Pero Andrew tenía otros planes en mente, en vez de correr a ver al cachorrito se quedó viendo a Bonnie como si ella fuera la última Coca-Cola del desierto.
-Bien. Pero me debes mil. -digo, mirándolo con mis brazos cruzados sobre mi pecho.
-¿Planean matarme? -Bonnie dice con la boca llena de Pringles.
-No. -decimos Andy y yo al unísono.
-Pero es algo parecido... -digo entre dientes y lo suficientemente bajo como para que no me escuchen.
-Estoy bien con eso. -dice, metiendose otra fritura a la boca.
***
¿Recuerdan el favor que le pedí a mi hermano en la tarde? Pues ahora lo está cumpliendo.
-Kim... Pssst, ¡Kim! -dice mi hermano a la chica asiática que está al otro lado de la rejilla.
Miro la hora. 9:30 p.m.
-¡Andrew! Lo siento, ten las llaves. -la chica habla con voz dulce y le pasa un llavero de 'I corazón Vegas' con dos llaves iguales. -Vayan por debajo de las gradas, el equipo podría verlos y eso no sería bueno.
-Gracias por los datos, preciosa. -el mono follador le guiña un ojo y ella sonríe, alejándose con la luz del campus pegándole casi directa, dejando ver su uniforme de las porristas.
Andrew abre la puerta y se voltea a mirarnos. -¿Listas?
Margo, Bonnie y yo asentimos, pasando a un lado de Andy, con él siguiéndonos el paso por debajo de las gradas hasta la puerta que nos lleva al camino que conecta el campus con la escuela.
La escuela de noche es algo tenebrosa. Uy. Pasamos a mi casillero, tengo un cupcake ahí dentro que me olvidé comer esta mañana. Tomo el cupcake, mi skate de repuesto de mi casillero y cierro el casillero de nuevo.
-Shaggy a Scooby, ¿me copias? -el walkie talkie suena, sobresaltándome. Lo tomo y hablo.
-Bonnie, mierda, me asustaste. Sí, te estoy escuchando Shaggy, ahora deja de hablar por que tengo Scooby galletas qué comer.
Me dirijo al salón de ballet, justo debajo de las escaleras, dónde deben estar mis zapatillas de ballet. Las olvidé el sábado pasado y cada vez que tengo práctica olvido llevarlas, por tonta y despistada.
***
6:00 a.m.
Can you be my nightingale?
No.
Sing to me I know you're there
QUE NO.
-¡Anna Sophia Montoya! -llaman a la puerta. -¡Son las seis treinta!
Mierda, debí decirle que si a Demi.
-Ya voy... -digo adormilada. -Quiero avena, o lo que sea.
Me levanto rápidamente y corro al baño para darme una ducha rápida con agua fría y hacer mis necesidades. Salgo del baño envuelta en una toalla y corro al armario en busca de ropa. Tomo una camiseta negra que me llega hasta la cintura, estampada de discos de vinilo de colores y un pantalón de cuero de talle alto. Me pongo mi ropa interior y me visto. Miro mi reloj digital, las 6:48. Tengo tiempo.
-Anna, Bonnie ya viene y Margo ya está lista. -Andrew dice fuera de mi habitación, mientras yo busco mis botas y respondo un 'Okay' lo bastante fuerte para que me escuche.
Ya en el auto, miro la hora en mi teléfono. 6:51. Es mejor ir a la escuela en auto, digo, en mi patineta es genial, pero odio cuando entramos a las 7. Margo y Bonnie van hablando muy animadamente mientras yo acomodo mis botas y mis accesorios, mientras hago esto, repaso mi solo y me viene a la mente un recuerdo. Tengo que bailar con un idiota.
ESTÁS LEYENDO
Discipline
Teen FictionA la pequeña Sophia Montoya le encanta el ballet desde los dos años y desde entonces esto practica. Sophia es una gran bailarina y se prometió ser una de las mejores, pero el camino no se le va a hacer fácil. Y por ser lo que es, todos piensan que e...