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SOOJI

Las palabras que tenían que salir de la boca de Jungkook tardaron tanto, que froté el dedo pulgar contra el corazón de la mano derecha.

Lo hice con tanta fuerza que seguro conseguiría hacerme una raspadura en la piel.

—Lo que debo decirte...es difícil Bae —dice al fin.

—Y tú lo estás haciendo mucho peor con la espera y con no decirlo de una vez —le contesté un tanto enfadada y de una forma poco adecuada para estar delante de otras personas.

—Ven conmigo —sentencia con demasiada brusquedad para mi gusto.

—¿Ir? ¿Donde?, solo dilo, ¿Es tan difícil? —me sentía tan ansiosa que mordí mi labio presa de la incertidumbre y de que no entendía nada.

¿Qué maldita cosa con tanto secretismo era lo que tenía que decirme?

—¿De qué va todo esto? —Yeol se impuso dando un paso adelante.

Era la persona que velaba por mi seguridad, y ahora estaba cogiendo las riendas de la situación.

—No quiero problemas —contesta Jungkook con la mano en alto en son de paz—. Lo hablaré solo con ella porque es a la única que le incumbe lo que debo decirle.

Yeol lo mira desafiante, no se llevan bien y se les nota. Han adquirido un resentimiento que no tiene fundamento, solo hubo esa pelea tonta por la chaqueta, pero ahí está el asunto para hacerlos rivales.

—Ella no tiene por qué acatar tus órdenes —le recrimina Yeol mostrando su pecho.

—En eso te equivocas —Jungkook da un paso hacia adelante con esa fuerza que le sale por los poros de su piel—. Soy su superior aquí y en Pekín, y en eso sabes que no hay discusión.

Me está reclamando como su subordinada de policía. Ha pasado el tiempo y eso parece tan lejano, tan de otro universo. Pero tiene toda la razón, porque a todos los efectos es mi Oficial de Primera ya vaya a la luna.

Su sonrisa es torcida, sus ojos tienen el brillo de un ganador y su semblante altivo deja claro que demanda mi presencia como mi superior.

—Maldita sea —le espeta Yeol—. Ella es mi responsabilidad y también lo sabes bien. Su tío me dió potestad para cuidarla y protegerla.

—Y te lo agradezco, pero ahora lo que tengo que decirle es relacionado con su profesión, es una futura policía y como tal debe comportarse —aprieta la mandíbula visiblemente—. ¿Tuviste alguna misión después de tener la mierda hasta el cuello?

Yeol abre los ojos y es como si algún infierno hubiera ocupado su mente. Su mandíbula también se tensa.

Jungkook tuerce una sonrisa y Yeol da un paso hacia atrás.

No sé qué ha ocurrido, ni de qué hablan, tal vez es jerga del ejército que solo ellos saben.

—Lo suponía —dice entre dientes Jungkook.

Hana me coge la mano y volteo para mirarla. Su mirada es extraña y no me pasa desapercibida. No me dice nada y las dos nos quedamos un momento observándonos. Después se relaja y me sonríe, pero sus ojos me miran con pena y eso no me gusta.

—¿Qué ocurre? —le pregunto.

—Suboficial Bae, acompáñeme —la voz atronadora de Jungkook me aleja de una posible explicación de Hana. De todos modos no estaba muy convencida que me dijera de que iba todo esto.

Todos estaban demasiado raros. La inquietud se alojó en mi estómago, pero no me dió tiempo de pensar mucho porque vi que Jungkook salía andando sin saber si yo iba a seguirlo. ¿Pero de qué iba?

DESTINO POLICÍA. JK (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora