DESTINO POLICÍA. JK (+18)

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JUNGKOOK

Por fin podré dormir, por fin no pensaré más en esta santa mierda, y por fin voy a recobrar el entendimiento y la forma de comportarme como una persona y no como un animal cuando la vea, y tampoco seré un depredador a punto de devorar a su presa.

Estamos jadeando y el techo es todo lo que miramos ahora. Me siento cuando puedo recobrar el aliento en la punta de la cama, y me despojo del preservativo echándolo en una pequeña papelera que tengo a mi lado.

Volteo y Bae está tapando su cuerpo con la sábana. Sé que ha sido su primera vez y yo la dejé a un lado después de terminar.

Vuelvo a dejarme caer a su lado. Es que no estoy acostumbrado a ésto y seguro que ella se ha decepcionado conmigo, pensará que sigo siendo ese frío Oficial de primera que siempre ve cuando me mira. ¿Pero como le explico que yo nunca me quedo o dejo que se queden ellas cuando las follo? ¿Como decirle que no soy uno de esos románticos que dicen cosas bonitas a las mujeres? Solo soy...YO.

—Bae —la llamo tocando con un dedo su hombro, ella sigue mirando el techo.

—Dime —se oye un poco somnolienta pero aún así pone su mirada atentamente en mí.

—¿Estás ya mejor? ¿Te has relajado?

—Sí, estoy mejor y sí...me he relajado.

Pues yo quiero más, ya que hemos empezado, podemos terminar mucho mejor.

—¿Quieres una segunda ronda? ¿Estarías dispuesta a repetir ? —se lo digo porque yo lo haría sin ninguna duda, ha estado genial, puede ser más superable porque la situación no dió para todo lo que quería hacerle, pero debo decir que estuve en trance por un momento. Me gustó demasiado.

Me mira sorprendida. Tiene un color rojizo en sus pómulos por el esfuerzo que hemos puesto en esto y creo que por la vergüenza que le ha dado por lo que le he dicho. Esta imagen no la supera ninguna de las que han estado aquí.

Me acerco y toco con mi pelvis su cadera.

—¿Qué dices? ¿Probamos otra vez? Me ha encantado estar contigo suboficial Bae —le susurro y le toco la barbilla con mi dedo, luego le recorro el cuello y quiero agarrarlo mientras estoy dentro de ella. Eso no pude demostrárselo, cuántas cosas había que no pude hacer porque no era cosa por su primera vez.

Se sube a horcajadas en mí y pone sus manos en mi pecho para sostenerse y no caerme encima. Fantaseo con que me estuviera ahora cabalgando y se me endurece de nuevo.

—Creo que necesitamos una ducha, eso es lo que creo señor Oficial al Mando —sus ojos han cambiado, ya no están rojos por haber llorado tanto. Ahora brillan con entusiasmo y no sé porqué, pero me siento bien sabiendo que yo tuve que ver algo con eso.

Le doy una cachetada en el trasero y la llevo conmigo hasta que me siento en la cama.

—¿A qué vino eso? —me dice por lo de la cachetada.

—¿El qué? ¿Ésto? —le doy otra y abre los ojos.

Yo sonrio y voy a su boca. Me siento posesivo y no quiero parar.

—Ya no tengo por qué ser tan bueno contigo, haré lo que el cuerpo me está pidiendo que te haga...¿Quieres ducharte? ¿Eh? —me gusta que no se asuste ni se esconda y siga fija en mí, ahí está su reto de siempre. Sé que será buena en esto, pero necesitaba el primer round.

—Sí, creo que lo necesitamos...los dos queremos ir allí, ¿verdad? —lo deja claro pero su actitud me dice que me desea y demonios eso me enciende mucho más.

Ok, pues vamos, quiere ir a mi baño y eso le voy a dar. Me levanto y la llevo subida en mis caderas. La transporto mientras ella no deja de mirarme.

Estamos desnudos y quiero más, necesito más de esta chica.