Quiero decirles q voy a acortar el paro que ahí luego del gp de Singapur, ya que tengo muchas ideas para los tres premios q vienen, así q va a ser nomás de dos semanas👉👈
La luz de la mañana se filtraba por la ventana de la habitación de Lando, quien llevaba un rato sentado en el escritorio, mirando la hoja de papel frente a él con una pluma en la mano. Había pasado la noche dándole vueltas a lo que había sentido en el podio la noche anterior. Ese instante en que sus ojos se habían encontrado con los de Franco en medio del público, y él había sentido una punzada de algo que ni siquiera había querido reconocer.
Con un suspiro, comenzó a escribir. Sabía que Franco reconocería el mensaje, aunque no pensaba firmar la carta. No quería que fuera algo obvio, solo necesitaba expresar lo que había guardado durante tanto tiempo.
"A veces, cuando corro, me olvido de todo lo que hay fuera de la pista. Me pierdo en la velocidad, en la adrenalina. Pero últimamente, aunque trato de evitarlo, hay algo que siempre vuelve a mi mente. Alguien que, en los momentos más intensos, sigue presente en mis pensamientos.
Sé que las cosas entre nosotros no han sido fáciles. Las palabras que dije… lo sé, lastimaron. Y me he arrepentido más de una vez. Pero anoche, verte ahí… no sé cómo explicarlo. Me di cuenta de cuánto significas para mí. No quería que el podio fuera solo una victoria. Quería que sintieras que ese triunfo también era para ti, en silencio, en el fondo de mi corazón.
No espero que puedas perdonar, y tal vez ni siquiera lo quieras. Pero necesitaba que supieras que me importas, aunque tal vez no debiera. Gracias por ser tú, incluso cuando yo no he estado a la altura."
Terminó de escribir, y al leerla una última vez, sintió que había logrado plasmar en esas líneas todo lo que llevaba dentro. Dobló la hoja con cuidado y salió de su habitación. Sabía cuál era la habitación de Franco, y, aprovechando que el pasillo estaba tranquilo a esas horas, caminó hasta la puerta.
Con suavidad, giró el picaporte y la puerta cedió sin hacer ruido. Dentro, Franco dormía bajo la luz tenue del amanecer, su rostro tranquilo. Lando se acercó despacio, tratando de no alterar esa calma.
Colocó la carta en la mesita de noche, y al verlo dormido, no pudo evitar una sonrisa. Le dolía la distancia que él mismo había creado, pero sentía una paz inexplicable al estar ahí con él. Sin pensarlo demasiado, se inclinó y depositó un suave beso en su frente, un gesto lleno de disculpas y sentimientos profundos que prefería no poner en palabras.
—perdoname mi niño, no fue mi intención hacerte daño.
Luego, con la misma suavidad con la que había llegado, salió de la habitación, dejando atrás la carta anónima y una pequeña parte de su corazón.
. . .
Franco despertó unos minutos después de que Lando se fue. Aún medio adormilado, notó la luz que se colaba por la ventana y decidió levantarse lentamente. Al girar hacia la mesita de noche, sus ojos captaron un sobre cuidadosamente doblado, algo que no recordaba haber dejado allí.
Curioso, tomó el papel y comenzó a leer. Desde las primeras líneas, reconoció el estilo de las palabras y supo de inmediato de quién venían. A medida que avanzaba, sintió una mezcla de sorpresa y lástima. Aunque las palabras parecían sinceras, el recuerdo de lo que Lando le había dicho seguía presente en su mente, un eco de las heridas que aún no cicatrizaban del todo.
Aun así, había algo en esa carta que lo hizo reflexionar. Podía sentir el arrepentimiento en cada línea, y aunque le costara admitirlo, se dio cuenta de que una parte de él deseaba perdonar, de dejar atrás aquella tensión. La idea de reconciliarse, de devolver un poco de la conexión que habían tenido, le traía cierta calma. Sin embargo, no estaba dispuesto a ceder tan fácilmente.
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𝐌𝐈𝐍𝐄
Random★• Cuando se anuncio que Logan Sargeant fue despedido y que en su remplazo vendria un joven argentino, Norris no tuvo otro pensamiento, "𝑬𝒔𝒕𝒆 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒗𝒂 𝒂 𝒔𝒆𝒓 𝒎𝒊𝒐, 𝒄𝒖𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒄𝒖𝒆𝒔𝒕𝒆" -¡𝙵𝚘𝚛𝚖𝚞𝚕𝚊 1! -¡𝙾𝚖𝚎𝚐...