RECUPERAR LA CONFIANZA DE SELENA------PARTE DOS

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Selena y yo nos veíamos cada vez que podíamos. Esto significaba que pasaba mucho tiempo en Corpus, de modo que Selena nunca tuvo que mentir —excepto por omisión. Decía que iba a ir a hacer alguna diligencia, y luego pasaba a recogerme al hotel y yo hacía las diligencias con ella. Salíamos en su auto, lo que aún me da escalofríos, porque habría sido muy fácil encontrarnos con alguien conocido. Corpus Christi no es una ciudad muy grande y la reputación de Selena como cantante iba en aumento.

“No me importa que alguien nos vea” , decía Selena tomando mi mano o rodeándome con sus brazos, aún en público, mientras yo miraba preocupado hacia atrás.

Entonces, una mañana, Selena comprendió la magnitud del riesgo que corríamos. Yo me hospedaba en uno de los hoteles del otro lado del puente del muelle hacia el centro de Corpus, donde siempre pensaba que estaríamos más seguros porque había una gran cantidad de agua entre donde yo estaba y donde se encontraba la familia Quintanilla. Selena fue a buscarme, como siempre lo hacía.

Cuando estábamos listos a salir de la habitación del hotel, ella salió primero, muy tranquila con toda la situación. Era el tipo de persona a la que siempre le gustaba correr riesgos. Yo me demoré unos minutos mientras empacaba mi morral, guardando las gafas de sol, la billetera y la chequera.

De pronto Selena entró corriendo a la habitación y cerró la puerta de un golpe.

—¡No puede ser! —gritó—. Olvidé que mi tía trabaja aquí. ¡Creo que acaba de verme salir de la habitación!

—¿Qué tía? —le pregunté asustado.

—Es la esposa del hermano de mi padre. Estaríamos en problemas si nos viera.

No pude menos que reír.

—Mírate —le dije en tono de burla—. La señorita ‘No me importa, estoy tranquila’.

—¡Cállate! —me respondió enojada—. En es serio, Chris. Si mi tía nos ve será una locura.

Esperamos un rato, y luego nos escabullimos del hotel al estilo Misión Imposible.

—Creo que mejor borraré este lugar de mi lista —le dije, cuando ya estábamos a salvo en la carretera.

A veces, Selena y yo nos veíamos cuando venía a Corpus a trabajar en algunas canciones con A.B. Me gustaba mucho trabajar con el hermano de Selena. A veces teníamos nuestros pequeños desacuerdos, pero siempre me daba mucha libertad como guitarrista y me animaba a desarrollar mi propio estilo musical. Tal vez nos entendíamos tan bien porque él hablaba mucho y yo sabía escuchar, y siempre tenía opiniones muy definidas, mientras que yo era muy tranquilo. Quién sabe. En cualquier caso, desarrollamos una amistad sólida.

Al igual que yo, A.B. en alguna oportunidad había querido ser músico de rock, no de música tejana. Su carrera de rockero había llegado a un fin súbito porque Abraham había insistido en formar una banda familiar para interpretar música tejana. A.B. no tuvo más remedio que tocar las canciones compuestas por otros, que no le gustaban. Por último, empezó a escribir y a grabar sus propias canciones, hasta llegar a ganar premios como compositor.

Selena buscaba todas las formas posibles de bromear con A.B., especialmente cuando él y yo intentábamos trabajar en alguna música. Llegaba a la casa de A.B., y me rodeaba con sus brazos por detrás mientras yo tocaba la guitarra, abrazándome y dándome un beso.

—Vamos muchachos —decía A.B.— ¿En mi presencia? ¡Qué descaro!

Poco después de mi encuentro con la policía de San Antonio, me involucré en otro incidente que probablemente hizo que la familia Quintanilla se preguntara qué podía ver Selena en mí —y faltó poco para que Selena decidiera acabar su relación conmigo porque se le agotó la paciencia.

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⏰ Última actualización: Nov 05 ⏰

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selena, con amor    - -- chris perezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora