Naruto - El Shinobi que mata

Capítulo 5: El nuevo alumno de Sakonji Urokodaki

Querido Señor Sakonji Urokodaki,

He enviado a un joven que dice querer convertirse en un espadachín mata-demonios. Sin embargo, debo hacerle saber que no es un humano común. Dice que conoció a Muzan. Tiene una fuerza sobrehumana y excelentes reflejos. Puedo sentir algo diferente en este chico. Como tú, tiene un fuerte sentido del olfato y la fuerza y el poder para luchar. Pero lo más importante, tiene el impulso para luchar. Creo que tal vez podría ser digno de continuar sus tradiciones. Lo creo porque a pesar de tener habilidades inhumanas, quiere proteger a los inocentes. Por favor, entrénalo. Sé que esta es una petición egoísta, así que por favor perdóname.

Espero que esto te encuentre bien y de buen humor.

Saludos cordiales,

Giyu Tomika.

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Tanjiro ha estado buscando a Sakonji desde la mañana, pero no ha encontrado ninguna señal del hombre. El viejo le encontrará. Es mucho más difícil encontrar a alguien sin conocerlo de antemano. No hay chakra en este mundo. Si no, sería fácil identificar a la persona y encontrarla en Modo Sabio.

Fue difícil convencer a su familia, pero lo logró. Les dijo que Naruto fue enviado a este mundo por una razón, para proteger a los inocentes de las malas intenciones de Muzan. También les dijo que podía ganar dinero en misiones como Cazador de Demonios. Protestaron un poco, pero al final se convencieron. Dejó allí muchos clones antes de partir, por si acaso.

Se detuvo en un pueblo y preguntó por los alrededores, pero nadie había oído hablar de él. Se sentó bajo un pequeño árbol a descansar por la tarde.

Sacó un trozo de papel del bolsillo, el mismo que había utilizado para encerrar a los demonios. Añadió un poco de chakra al papel y liberó a los demonios. El sol brillaba con fuerza en ese momento, y en cuanto los demonios se vieron expuestos a la luz del sol, empezaron a gritar y a lanzar improperios contra él. Se convirtieron en cenizas casi al instante. Naruto miró a su alrededor para ver si alguien había presenciado el suceso, pero nadie lo había hecho. Dejó escapar un suspiro de alivio.

Una de las principales razones por las que quiere unirse al Cuerpo de Cazadores de Demonios es porque no tiene una espada especial que pueda matar demonios al instante. No puede lanzar Rasenshurikens por aquí y por allá. Atraería atención no deseada. Además, esas katanas parecían bastante chulas. También necesita dinero para su familia. Y hay otra razón... quiere mantenerse ocupado. Su vida como Naruto ha terminado, pero los recuerdos siguen ahí. Sus seres queridos nunca volverán...

"No debería pensar en ellos ahora...

"¡Vamos, dattebayo!" Dijo Tanjiro, dirigiéndose a nadie en particular. "¡Aparece de una vez! Esto es una lata. No puedo esperar más para tener mi propia katana guay. Ojalá..."

Un fuerte grito le detuvo en seco. Se giró hacia la fuente del mismo y vio a un hombre con un tanto apuntando con él a un anciano aterrorizado.

"¡Dame esa cesta!", ordenó el hombre. El anciano, que volvía a casa con una cesta llena de arroz, estaba visiblemente conmocionado. "¡¿A qué esperas?!"

Tanjiro pensó: "¿Un bandido?". Supuso que el tipo debía de pensar que nadie vendría a la aldea a ayudar a los débiles. Parecía que esta mentalidad nunca cambiaba, sin importar el contexto.

"¡Hola!" Tanjiro gritó. "¿Quién eres?"

"¿Eh?" El bandido se quedó momentáneamente confuso antes de girar la cabeza hacia Tanjiro. "¿Qué quieres, chaval? Piérdete".

"Deja en paz al viejo", dijo Tanjiro mientras se levantaba. "Me gustaría darte una paliza, si no te importa".

"¿Eh, tú?", se burló el hombre. "Un mocoso patético como tú, ¿puedes enfrentarte a mí? ¡Te atreves a desafiarme! Te enseñaré tu sitio".