Capítulo III

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Jungkook se quedó inmóvil en cuanto reparó la presencia de Taehyung.

La probabilidad de encontrarse con él, era de un diez por ciento sobre cien, casi nula a su criterio. Nunca imaginó que al entrar por la puerta del aula, el destino por fin sería bondadoso y caritativo.

Luego de escuchar su presentación, algo le impidió responder en voz alta y solo hizo un breve asentimiento con la cabeza, antes de pedirle al compañero de a lado que mencionara su nombre.

A partir de ahí, dejó de escuchar a sus alumnos y su mente se centró en una sola cosa.

No buscaba exponerse, pero no podía ignorar el hecho de tenerlo ahí, sentado en uno de los viejos bancos, a la espera de recibir sus instrucciones para elaborar los trabajos establecidos por el programa de estudios.

Era una mezcla de adrenalina y emoción, necesitaba urgentemente enviarle un mensaje a Yoongi con la grata noticia. Él lo entendería y quizá le llamaría con el objetivo de realizar un bombardeo de preguntas.

Por motivos de privacidad, tendría que hacerlo cuando la clase terminara.

—Bueno, me gustaría dejar en claro las reglas dentro del salón de clases —habló condescendiente, y un trío de jóvenes bufó—. En primera instancia, necesito que sean puntuales, no me gustan los retardos y con eso si soy muy estricto...

Un alfa, sentado hasta el frente, levantó la mano y Jungkook le cedió amablemente la palabra.

—¿Cuánto tiempo tenemos de tolerancia?

—Cinco minutos después de la hora —Sus comisuras se tiraron pobremente hacia arriba—. Esto es debido a que quiero aprovechar al máximo el tiempo que tengo con ustedes, he planeado a la perfección este curso y me gustaría que lo aprovecharan.

Una parte de los presentes, aprobó el aviso.

Y con el rabillo del ojo, pudo notar que Taehyung conservaba una mirada fija sobre él, con el codo apoyado en la mesa de trabajo mientras acunaba su mejilla con la mano derecha.

Su sonrisa se volvió genuina.

—Con respecto a las tareas, me veré un poco más flexible, pero eso depende del avance que tengan personal y como grupo —Comenzó a transitar por delante del pizarrón—. Me encantaría que cumplieran en tiempo y forma, les prometo que, si las primeras semanas lo hacen, habrá beneficios para todos...

—¿De qué tipo? —Una beta de cabello largo, indagó—. ¿Serán menos encargos?

—No, pero quizá sea más accesible con las fechas de entrega —aclaró—. Eso aplicaría en caso de obtener una buena respuesta por parte de ustedes.

La mayoría aceptó el trato a futuro.

—En caso de necesitar ausentarse por motivos de fuerza mayor, avísenme para considerarlo y no colocarles inasistencia —Dio media vuelta, y caminó en dirección contraria—. Eso incluye sus periodos de celo, sé que todos aquí debemos llevar un riguroso control con eso y recuerden que está prohibido presentarse a clases en tal estado.

Mientras unos cuantos yacían alerta a los pormenores decretados, Jungkook permitió que sus ojos se posaran fugazmente en Taehyung.

Hubo un contacto visual imprevisto que no duró más de dos segundos, el omega le rehuyó la mirada al agachar la cabeza y fingió anotar cualquier tontería en su libreta.

Conforme, se mordió apenas la esquina del labio, eludiendo sonreír.

—Finalmente, me encantaría darle las gracias a cada uno de ustedes por elegir este curso y espero cumplir con sus expectativas —Detuvo su marcha al centro del espacio libre de bancas y escondió las manos atrás de su espalda—. Sean bienvenidos a este curso, ¿alguna duda?

The Pretty Artist | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora