Capítulo I

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Taehyung suspiró por cuarta vez en menos de quince minutos.

Estaba aburrido, desparramado en una de las sillas que había al exterior de la cafetería, mientras veía a decenas de estudiantes andar rumbo a sus respectivos salones.

Omegas, alfas y betas formaban parte de la reconocida institución y los dos primeros, estaban bajo el estricto reglamento de llevar un control preciso con sus celos, a base de métodos que los ayudaran a canalizar sus aromas.

Así, evitaban el desastre comunitario que las feromonas emanadas por naturaleza, podrían desatar.

Eran cúmulos de gente transitando en grupos, riéndose a carcajadas escandalosas y derrochando júbilo puro; al ser la semana inicial de clases, aún podían presumir de un ambiente escolar relajado y sin preocupaciones.

La Universidad en la que Kim Taehyung estudiaba, era por mucho, una de las mejores en artes visuales y plásticas de todo Seúl, y aunque ya no se encasillaba como un alumno de nuevo ingreso, su primer año ahí, lo describía con una sola palabra:

"Extraordinario".

No entró en el nivel de popularidad deseado por cualquier chico universitario, pero podía presumir que poco a poco fue forjando diversos lazos amistosos con gran cantidad de chicos y chicas de su mismo curso.

Se consideraba un muchacho promedio con notas sutilmente arriba del promedio, no era el más inteligente pero se esforzaba por obtener buenas calificaciones, aunque en ocasiones realizara sus tareas en un margen crítico de tiempo antes de la entrega.

La adrenalina de hacer su tarea una noche antes, a veces le daba el sazón divertido a su trayectoria escolar.

Para ese semestre, se prometió unas trescientas veces no procrastinar en exceso. Ahora vería que tan rápido rompería su juramento.

Bebió un sorbo más de su café americano, regañándose internamente por no haber traído consigo un abrigo más afelpado; la mañana era fría y con un poco más de suerte, tal vez llovería a eso de las diez u once de la mañana.

Su primera clase era a las ocho y media, su reloj de pulsera no mentía cuando le informaba analógicamente que faltaban diez minutos para tener que moverse a su salón y no obtener retardo con su profesora.

Se puso de pie, dispuesto a emprender camino hacia el edificio que le correspondía, cuando una voz que tan bien conocía, se le filtró por los oídos.

—¡Taehyung!

El nombrado viró ante el llamado y tuvo que sonreír con amplitud.

A lo lejos, un beta de cabello castaño con reflejos rubios, movía su mano de lado a lado mientras se le acercaba a zancadas, cargando con su mochila y deslumbrando a todos gracias a la singular sonrisa que tanto le caracterizaba.

Se aproximó a trompicones hasta él, con los brazos extendidos cual escena dramática en películas, dónde los personajes principales no se veían desde hace siglos.

Ellos solo dejaron de frecuentarse en el periodo vacacional. Eran un par de exagerados.

—Hasta que te apareces —murmuró, apretándolo con fuerza—. ¡Quedamos de estar aquí a las ocho!

—¡Oh, a mí también me da mucho gusto verte! —El otro rechazó el reclamo.

—¿Ya viste la hora? Son casi las-...

—¡Me alegra que tus vacaciones hayan sido increíbles!

Sinvergüenza.

Su mejor amigo era un caos de pies a cabeza.

The Pretty Artist | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora