Capítulo XIV

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—¡Es que estoy tan feliz por ti, Kook!

—Yoongi, baja la voz...

—Me siento como un padre orgulloso, ¡al fin diste el paso!

—¿Padre? —Colocó los ojos en blanco y bufó—. Soy mayor que tú por dos años.

—¿Y eso que importa? —El otro alfa le picoteó las costillas. Estaba contento—. Taehyung aceptó el cortejo, ¿eso no te arregló la vida?

El alfa jaló aire por la nariz, antes de ponerse un cigarrillo entre los labios; lo prendió con la flama de un encendedor y le entregó la cajetilla a su mejor amigo.

Se hallaban afuera del campus, bajo la sombra de un árbol en la acera opuesta a la facultad; Yoongi decidió hacer una determinada visita en cuanto se enteró por un mensaje instantáneo de la buena noticia, quería escuchar en vivo y en directo lo acontecido la tarde anterior.

Y es que a Jungkook aun le costaba asimilar y creer que Taehyung había accedido sin oposición a su propuesta.

Le movió el piso, los nervios de echarlo a perder tomaron protagonismo de la noche a la mañana, y aunque estuviera animado, resplandecía un ápice de temor a no ser merecedor de tan enigmático omega.

Era una moneda al aire, con dos posibles caras.

—Me arregló esta vida y las que siguen, tú sabes lo mucho que me gusta —murmuró, expulsando una nubecilla de humo.

Claro que lo sabía, Yoongi era su mayor testigo y fue el primero en enterarse del perpetuo flechazo.

—Ugh, sí, mira que no cualquiera te aguanta —expresó socarrón, dando una calada a su propio cigarro—. Por eso me alegro, porque ya no tendré que soportar tu mal genio después de alguna conversación fallida.

—¿Disculpa? —Falsamente ofendido, arqueó una ceja—. No sé de que hablas, tengo muy buen autocontrol.

—Ajá, fingiré creerte —Se burló, peinándose sus coloridos mechones—. Tus gruñidos primitivos aparecían siempre que no pasabas de un "hola" con él, no lo olvides.

Jungkook lo miró con suspicacia y trató de mostrarse indignado; eso de exponer a los seres queridos no era de buen gusto.

—Exagerado. El día que estés en mi lugar, entenderás la frustración —escupió, irónico—. Como sea, tengo una pregunta.

—Te escucho.

Su ceño se frunció como por arte de magia, pero no de aquella forma que denotaría molestia.

En otros términos, se veía desasosegado.

—¿Cómo carajo se corteja a alguien? —No pudo evitar morderse la uña del dedo pulgar—. ¿Tienes alguna sugerencia?

Yoongi perfiló una sonrisa y la banqueta fue golpeada variedad de veces con la punta de su tenis.

—Creí que ya tenías una buena técnica, las flores que le compraste son lindas —Destensó su postura rígida—. Por cierto, ¿dónde las tienes?

—Ahí —Con la cabeza, señaló la ventana trasera de su vehículo, aparcado a un lado de ellos.

—¿Eres tonto? —Se palmeó la frente—. ¡Se van a marchitar!

—Dejé un vidrio abajo —simplificó. Demasiado inteligente—. Quiero que sea una sorpresa para Taehyung.

—Seguramente lo será, una sorpresa para él y para todos los que vean al chico con un enorme ramo de girasoles por los andadores —Se retiró el filtro del tabaco de la boca y lo apagó con la suela de su calzado.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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The Pretty Artist | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora