Ultimamente, el azabache no ha dejado de ir a esa cafeteria, ya no se hacia su propio cafe, aunque el motivo, era obvio. . .
—Buenos Días —sonrio ligeramente—. Aun no estamos dando servicio, dentro de 20 minutos abrimos, lamento las molestias Oficial
—Oh, ya veo —paso su mano atras de su cabeza.
—Pero, si gusta esperar, tenemos las mesitas y los sillones, o puede ir al segundo piso, o la terraza
—Prefiero quedarme aqui —Tomo asiento.
—Claro —sonrio.
El Azabache solo respondio asintiendo con la cabeza. Pero no hiba ha negar que cada sonrisa que le dedicaba el Omega peliazul generaba una calidez en su pecho.
—Que raro. . . Siento algo en mi pecho, ¿pero que? —penso poniendo su mano en su pecho—. ¿Estare enfermo?
Miro de reojo al peliazul quien regaba las flores y plantas del sitio. Aunque por un momento cruzaron miradas y el azabache por el susto volteo la mirada lo mas rapido que pudo.
—Mierda, ¿lo habra notado?, ugh, de seguro pensara que soy un rarito —penso.
Pasaron los 20 minutos tan rapido que hasta el azabache se percato de la velocidad. Sin mas se acerco al mostrador.
—Perdona las molestias —rio avergonzado—. ¿Desea pedir lo de las veces pasadas?
—Si, ¿4.59$?
El peliazul asintio una sonrisa y soltando un "ujuhm". Rapidamente le dio el vuelto, se limpio las manos y comenzo a preparar el cafe del Azabache.
—Usted, ¿hablo de este lugar con sus compañeros? —dijo de la nada mientras preparaba el cafe.
Ah Tom le extraño eso, y se sintio raro ya que el peliazul no lo veia directamente a la cara, estaba dandole la espalda, pues debia preparar el cafe.
—No, no me relaciono con esos idiotas
—Idiota es una palabra algo fuerte para referirse ah personas con las cuales no ha hablado, no hay que tener una idea clara y opinion sobre alguien sin antes conocerlo mejor
—Ponte en mi lugar, imaginate mi tipo de trabajo, ahi entenderas el porque mi forma de pensar sobre ellos
—Bueno, que puedo decir, no es correcto de mi parte meterme en su vida privada —rio nervioso ligeramente.
—No, esta bien, no te preocupes, tienes razon por una parte
El Omega volteo y se dirigio al Azabache con su cafe.
—Me alegra saber que fui de ayuda —sonrio.
La calidez en el pecho del Azabache revivio denuevo. Este alzo un poco su mano y la estiro un poco sin rozar al peliazul, pero apreto su puño y la bajo.
—Gracias —se limito a decir.
—No hay de que, gracias a usted oficial —sonrio.
. . .
Jelou, ya tenemos capitulo 4‼️
Espero que les haya gustado 🐛✨️‼️