⋆.˚✮Extra✮˚.⋆

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Para Sunghoon y Sunoo ya les era normal tener risas de niños pequeños por toda la mansión, al igual que los juguetes tirados en todos lados o la televisión a todo volumen debido a los dibujos animados que veían sus pequeños hijos.

Young-Soo tenía cuatro años y sus dos hermanitos tres, se llevaban tan sólo un año y unos pocos meses de diferencia, sin embargo parecían los tres de la misma edad, pues se entendían bastante bien. Sunoo estaba guardando algunas cosas en el ático, cada tanto hacían una limpieza y subían cosas arriba, como uno de los miles de juguetes que a los bebés Park ya no les interesaba, tal vez luego para ser donados a otros niños, claro, esto a petición del rubio que no le gustaba tirar las cosas que son útiles todavía, seguro habían niños que realmente lo necesitaban.

Si había algo que Sunoo les había enseñado a sus hijos con tan solo tres años de vida era a ser sencillos, ya que si fuera por Sunghoon sus hijos serían los mismísimos malcriados. Y no es que su esposo sea un egoísta, bueno, aveces, pero Sunghoon solía ser tan terco que les compraría a sus hijos lo que sea ya que el dinero no era problema, pero el pecoso lo no veía así, las reglas de la casa eran.

"Si alguno quiere juguetes, se las tienen que ganar"

Y gracias a eso sus bebés son muy educados y inteligentes, ya sabían leer algunas cosas y ayudar en el hogar cuando era necesario hacerlo. Cosas simples y básicas por supuesto, como ayudar a limpiar la mesa, ayudar a mamá Sunoo a colocar la mesa o a papá Hoon con hacer silencio para que el pueda organizar sus papales tranquilo.

Sunoo también había inculcado a sus hijos el trabajo en equipo, Young-Soo por ser el mayor que sus hermanos era el responsable de ayudarlos un poco más a aprender, cuidarlos cuando sea necesario y trabajar todos juntos cuando se trataba de alguna tarea en la casa. Como hermano mayor era uno muy bueno, definitivamente había heredado de Sunghoon el ser un niño independiente y poco llorón, casi nunca lloraba y si lo hacía era por la atención de Sunoo.

Se encontraba revisando viejas cajas y se detuvo en el álbum familiar, ese que aquella vez tuvo oportunidad de ver cuando estaba embarazado de su primer bebé, Young-Soo. Sonrió con nostalgia cuando la tomó en sus manos y la abrió con mucho cuidado, encontrando fotos muy bellas de su embarazo, cuando iba a la escuela, la vez que se graduó de la universidad, de todo. Con algo de nostalgia continuó pasando las páginas, llegando a las fotos de Sunghoon con la pequeña Yeji, la princesita de papá.

Ah..

Cuando Sunghoon supo que iba a tener una hija no tardó en correr por toda la casa, tendría a una adorable niña y eso lo llenó de ilusión. Era la princesita Park, tks, cuando Jake supo la noticia sabia que iba a ser misión imposible si Yeji en un futuro traía a alguien a la casa, de hecho, Sunghoon le prohibió rotundamente a Sim pisar su casa cuando su pequeña niña sea una adolescente, no quería que la mala influencia de Sim Jaeyun llegue hasta ella.

Sin embargo creo que el plan le salió al revés, Yeji era una copia igualita a Sunghoon y Young-Soo, no era una simple niña tierna, no, no, ella era bastante ruda como su padre y bastaba con tan solo molestarla un poco para que haga un buen berrinche. Sunghoon no pudo estar más orgulloso de esto, sería más fácil cuidar de ella ya que era bastante independiente, algo introvertida, en definitiva un Park totalmente.

Y el pequeño Gaon era una fotocopia exacta de Sunoo, un poco más tímido y sensible que sus hermanos mayores. Gaon era bastante tranquilo y obediente, solía jugar con Yeji a las muñecas y se parecía mucho a cuando Sunoo era un niño de su edad, a pesar de ser un chico tenía rasgos delicados como Sunoo, tenía su pequeña nariz de botón, sus ojitos brillosos y esas hermosas pecas que adornaban su rostro, era como verse a si mismo en miniatura. 

El Muñequito De Park || Sungsun [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora