Fear Me, Love Me

Plan B

Pov Freen

La repentina y brusca intrusión de Rebecca me hace gritar. La agarro por los hombros, mis uñas se clavan en sus músculos y aspiro un suspiro desesperado a mis pulmones. Es tan grande y siempre me cuesta tomar aunque sea un poquito de ella a la vez, y mucho menos todo a la vez.

Su delicioso y pesado cuerpo me sujeta al asiento y comienza a empujar. Mierda. Mierda. Quería tomar la píldora. Comprar un condón. Hacer algo.

Rebecca siempre aparece tan de repente y me arranca la ropa que no tengo tiempo para pensar en nada más que en ella.

Empujo mis manos contra su pecho y trato de zafarme de debajo de ella, pero es demasiado fuerte para mí y no hay ningún lugar a donde ir en el asiento trasero de su auto.

-"Becky, detente. Dije que no estoy en ningún...-Ella retrocede y me penetra aún más profundamente, y yo grito en estado de shock. Es muy grueso y mi canal interno arde cuando lo obliga a estirarse. Mi trasero todavía está rojo y en carne viva por los azotes. El sexo con ella duele, pero ella sabe que me encanta cuando duele. Me folla duro, con una mano sosteniendo mi muslo abierto y la otra apoyada en mi cabeza.

-"No estás tomando ningún jodido método anticonceptivo. Lo sé. Lo quiero de esa manera, jodidamente lo quiero. Voy a follarte hasta que tengas a mi bebé, Freen. Aquí. Ahora. Si peleas conmigo, te sujetaré y haré que lo tomes, joder".

Rebecca ha dicho todo tipo de locuras mientras teníamos sexo, pero esta es la más loca. 

-"No puedes..."- Me detengo y gimo cuando el dolor ardiente se convierte en placer. Siempre lo hace con Rebecca. El fuerte golpe de su polla se convierte en un deslizamiento aterciopelado que hace que mis entrañas se calienten. No tenemos mucho espacio en el asiento trasero, pero ella no parece necesitarlo. Rebecca tiene un pie apoyado en el suelo de su coche mientras me mete su polla. Acuna la parte posterior de mi cabeza y la levanta, haciéndome mirarme empalada en ella.

-"Mírate como estás, joder",- dice entrecortadamente, moviéndose dentro y fuera de mí. -"Mi ángel siempre se ve hermosa, pero está aún más linda llena de mi polla".-

Sus sucias palabras envían un espasmo a través de mi centro, distrayéndome por unos segundos de su amenaza de ponerme un bebé. El bebé de Rebecca. Un dulce niño o niña a quien amar y proteger. ¿Quiere eso conmigo? ¿En serio?

-"Quiero que estés hinchada con mi bebé, un anillo en tu dedo y viviendo en mi casa donde pueda protegerte",- dice, saliendo del todo. Me abre con los dedos y mira mi canal, y luego hunde sus dientes en su labio inferior con un gemido antes de volver a empujarse dentro de mí. —"Tan rosa y perfecto para follar. ¿Quién es la chica buena de Rebecca? 

Gimo suavemente y cierro los ojos. Su voz profunda e hipnótica me hace perder la cabeza. 

-"Joder, vamos, dímelo. ¿Quién es la putita buena de Rebecca?

-"Yo",- gimo, envolviendo mis piernas alrededor de sus caderas y entregándome a ella. Con mis manos presionadas contra su musculoso estómago, puedo sentir el movimiento de su cuerpo mientras me taladra su deliciosa polla.

-"Siente lo estirado que estás a mi alrededor".

Obedientemente, me agacho entre nosotros para envolver mi dedo indice y el pulgar alrededor de su resbaladiza circunferencia mientras ella entra y sale de mi coño. Es tan grueso que mis dedos no se encuentran en el otro lado.

Arrastro mis dedos hacia arriba y sobre mi clítoris, frotándome y jadeando de placer mientras el placer se duplica. Nada más importa ahora. Sólo Becky y lo que me está haciendo. Estoy casi sollozando otra vez. Me hace sentir tan bien.