Fear Me, Love Me

Rebecca

La obligo a sostener el cuchillo justo donde está mientras me empujo profundamente dentro de ella. Puedo ver por qué le encantan los cuchillos. Nunca antes me había sentido tan bien.

Saber que está desnuda y desprotegida me vuelve absolutamente salvaje, y el olor a sangre me está volviendo loca. Está decorada con mi sangre, mi angelito vulnerable.

Sus ojos son enormes y asustados. —"¿Qué demonios estás haciendo?".

—"Voy a follarte tan duro y llenarte de mi. Si alejas el cuchillo de mi cuello, te lo quitaré y me apuñalaré en el corazón".

—"¿Estás jodidamente loca?"— ella susurra.

Sonrío malévolamente y levanto la barbilla, mostrándole la garganta. —"¿Dejarás a nuestro  bebé huérfano de padre incluso antes de que nazca?".

Lentamente, le suelto la muñeca y ella mantiene el cuchillo donde está.

—"Esa es mi puta buena chica".— Arrastro mi pulgar a lo largo del corte en mi brazo hasta que está mojado por mi sangre y luego lo aplico a su clítoris. Masturbándola con eso. Complacerla con eso. El pinchazo de la hoja contra mi garganta hace que me duelan las pelotas. Quiero más, joder.

—"Córtame, ángel. Hazme sangrar"

Ella niega con la cabeza. —"Te mataré. No sé dónde está seguro"

—"Dije que me cortaras, joder",— le gruño en la cara.

Freen salta de miedo, el cuchillo me atraviesa la clavícula y se hunde en el músculo de mi hombro.

—"Jesús,  joder".— El dolor arde en mi carne y cierro los ojos con fuerza.

Freen saca el cuchillo con un grito ahogado horrorizada y un líquido tibio gotea por mi pecho y cae sobre ella. —"Si bajas ese cuchillo,  te mataré".

Freen vuelve a poner la hoja afilada en mi garganta con mano temblorosa. 

Abro los ojos y veo que sus suaves y bonitas tetas están salpicadas de gruesas gotas de sangre. La sangre corre por mi pecho. Gimo y empujo sus rodillas hasta sus hombros, golpeándola aún más profundamente. Ella gime mientras la follo llevándola más cerca de su clímax, mientras mi sangre gotea sobre ella.

Cuando se corre, el cuchillo se le cae de los dedos. Lo agarro en el aire antes de que pueda lastimarla y lo apuñalo de punta en el suelo junto a su cabeza mientras mi propio orgasmo me desgarra.

Después, todo está en silencio excepto por nuestras respiraciones entrecortadas.

Freen mira a su alrededor. —"Parece la escena de un asesinato aquí".

Mi sangre está por todo su cuerpo, mi cuerpo, su ropa y su cartera. Hay gotas en la alfombra. Ella dice escena de un asesinato. Yo digo un muy buen jodido polvo.

La mantengo boca arriba durante varios minutos más con mi polla enterrada profundamente dentro de ella y luego la saco lentamente. Nunca me cansaré de verla rebosante de mi semen. Ella es una chica tan buena por no pelear conmigo esta vez y quedarse ahí llena de mi semilla.

Hay toallitas húmedas y vendas en su caja de corte, las saco y empiezo a limpiarme el brazo. La herida se ha coagulado, le limpio la sangre y la envuelvo con una gasa. No sé porqué Freen estaba tan molesta al pensar en una herida o una cicatriz en mi cuerpo. Tengo cicatrices por todas partes de viejas peleas, apuñalamientos e incluso una herida de bala en el muslo. Mis nudillos tatuados están entrecruzados con líneas blancas por haber sido cortados con los dientes de otros hombres. Me encanta que ahora tendré una cicatriz queme hace pensar en ella.