07 Noviembre 1998
Esa noche, después de unos tragos,
le expliqué a la mujer con la que vivía
lo mucho que daba dinero a vagabundos
pero que yo
en los tiempos más obscuros
de hambre en mi vida
me negué a pedir nada a nadie."lo que pasa es que ni para eso
servías", dijo ella.- Charles Bukowsky. Soy un fracaso.
No cabía duda de que la venda que uno arrastra en los ojos es el peor error que puedes tener como virtud; nadie se inmuta cuando el daño no es para sí mismo, todos dicen ser empáticos, mientras tanto, sonrisas indiferentes se esconden en el andar de sus pasos; vagamente suena extraño, el estigma no es el mismo que antes, ahora es peor, ya no hay compasión ante el enemigo, ni mostrando la señal de derrota les basta.
El perdón se encuentra extinto; ya ni siquiera sé que es.
—¿Por qué lloras, Elle, no te sientes bien?— Lágrimas tiernas eran derrochadas por mis mejillas; hace mucho había perdido la noción del dolor; hasta llegué a creer que ya no podía sentir nada comparado a aquello. —Llamaré a Chloe, estás pálida.
La legitimidad de los años ya no era nada nuevo para mí. En todo el tiempo que he vivido presa de la vida, hasta suena vano decir que tiene importancia alguna; he perdido todo, mejor dicho, todo se me ha sido arrebatado.
—Elle, ¿no te sientes bien? ¿Por qué lloras? — ¿Por qué? La vida es un sin fin de cuestionamientos ilógicos; la verdad es que, así pudiese hablar, no tendría las palabras suficientes para acallar sus preguntas.
Nunca he logrado resolver los acertijos que se me han sido puestos; siempre he sido tan sosa y defectuosa, que nada ha llenado tal vacío decadente de estima. Hubieron personas cuyas almas eran traicionadas por el placer del saber; sin embargo, obtuvieron el mismo fracaso de siempre.
Resultó agotador contar la verdad de los problemas; pensaba que sería mejor si todos lo sabían y de ese modo no tendría que rendir cuentas a nadie. ¡Qué absurdo! Al final resultó peor.
Ahora, mi mayor pregunta sería, ¿cuando es que empezó todo? ¿Cuándo fue que todo se fue yendo a la basura, cuando me derrumbe a tal punto que deje de tener un propósito en la vida?
Tales cuestionamientos no eran más que idilios en un camino marchito. Charles siempre tuvo razón: una botella de licor es mejor compañera que tener al lado a alguien que no vale la pena.
...
Después de tantos años negándome a modular palabra alguna, justo ahora, había algo en concreto que quería preguntarle a Chloe.
—Yo... ¿Alguna vez fui feliz?— Su mirada era todo lo que necesitaba en ese momento; sus pupilas vidriosas eran la verdad más certera que nunca nadie me había mostrado; tan solo con verla podía descifrar hasta el más vano sentimiento.
—No, nunca lo fuiste; desde el día en que dejaste el hospital, hasta el dia de hoy, nunca he sentido ese ápice de felicidad o alegría— Podía sentir como trataba de mantener la compostura, su voz estrangulada no ayudaba en nada a su serena postura, se estaba derrumbando —Me hubiese gustado que las primeras palabras que dijeras después de tanto años sea distinto a esto, lo siento.
Sus lágrimas, que innecesariamente caían sin tener piedad a la tristeza, eran sinónimo de agonizante arrepentimiento. Dolía, sí, pero también era frustrante ver que una persona que no había hecho más que cuidarme y protegerme tenga que sufrir a causa del daño provocado por personas narcisistas e ignorantes, gente sin pudor a la empatía; hasta sonaba ilógico llamarlas personas.