dos jóvenes que se encuentran en la universidad y enfrentan los miedos y las inseguridades de ser una pareja en un mundo lleno de expectativas. A lo largo de su relación, luchan por aceptar su amor en público, mientras enfrentan desafíos que ponen a...
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Encuentro "Accidental"
La universidad bullía en silencio bajo el murmullo constante de páginas moviéndose y estudiantes absortos en sus libros. Beomgyu recorría los pasillos de la biblioteca, buscando un lugar donde estudiar, cuando de repente, alguien se interpuso en su camino. Alzó la vista y se encontró con Yeonjun, quien tenía una sonrisa cómplice en el rostro.
—¿Qué estás tramando ahora? —Beomgyu arqueó una ceja, sintiendo la travesura en el aire.
—Yo, ¿tramando? —Yeonjun puso una expresión inocente exagerada, llevándose una mano al pecho—. Solo estaba pensando que quizás, casualmente, podrías estudiar en esa mesa de allá, —señaló hacia una esquina tranquila de la biblioteca—. Oh, ¿mencioné que Soobin está ahí?
Beomgyu sintió un cosquilleo de nerviosismo mezclado con curiosidad.
—¿Soobin? —preguntó con aparente desinterés, aunque su pulso se aceleró un poco—. ¿Por qué debería sentarme con él?
Yeonjun sonrió con picardía y dio un ligero empujón en dirección a la mesa.
—Porque me debes un favor, y te diré que esta es una oportunidad perfecta para estar solos —contestó Yeonjun, dejándolo ahí antes de que pudiera protestar.
Antes de darse cuenta, Beomgyu ya estaba caminando hacia la mesa donde Soobin estudiaba. Cuando llegó, Soobin levantó la vista de sus apuntes y sonrió, un poco sorprendido.
—Parece que tengo una “misión accidental” de estudiar contigo —respondió Beomgyu, sentándose frente a él con una sonrisa traviesa—. Digamos que Yeonjun insistió en que esto era un lugar perfecto.
Soobin frunció el ceño, pero sonrió ligeramente, entendiendo lo que Yeonjun estaba intentando hacer. Aún así, no se quejó. La compañía de Beomgyu era algo que, de alguna forma, le agradaba y le tranquilizaba al mismo tiempo.
Ambos comenzaron a organizar sus libros en silencio. Soobin, centrado en sus notas, trataba de mantener la calma; sin embargo, sentía cada movimiento de Beomgyu a su alrededor. Por su parte, Beomgyu intentaba concentrarse, pero cada vez que levantaba la vista, se encontraba con la expresión serena de Soobin, con sus ojos brillando detrás de las gafas. Había algo tan único en él, un atractivo discreto que no necesitaba de grandes gestos.
Mientras avanzaban en sus estudios, el silencio se volvió cómodo, cada uno inmerso en su tarea pero consciente del otro. La atmósfera en la biblioteca, que usualmente era monótona y abrumadora, se sentía ahora más cálida, y Beomgyu no podía evitar disfrutar de esa tranquilidad compartida.
