April 7th: humanos contra humanos.

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Los días habían pasado, no llevaba la cuenta pero creo que como una o dos semanas, tiempo en el que no pronuncié palabras porque no tenía fuerzas o ganas de hacerlo, desde que había llegado no había vuelto a ver a Beom porque me habían abandonado en la parte trasera de esta camioneta, a veces me tiraban un pan o una galleta para que no muriera de hambre y una vez al día me custodiaban para que hiciera mis necesidades solo porque si me hacía ahí Beom me mataría a patadas por "ensuciar su juguete" todos los día lloraba y aunque fuera algo casi imposible esperaba que Taehyung viniera a buscarme, que me encontrara o que por lo menos estuviera vivo.

El sol quemaba mi piel, el piso de metal me provocaba quejidos y empeoraba las quemaduras. Me sentía mareado de tanto rodar y cuando nos deteníamos era porque este grupo como de veinte personas comenzaba a saquear tiendas, secuestrar, reclutar y matar; ya sean caminantes o personas, pero no tenían compasión por nada ni nadie.

Estaba harto, habían días donde quería morirme pero habían otros donde quería matarlos.

Estaba cansando de ser tan débil.

— Hey, muñeco. Llegó tu momento.

Al levantar la mirada pude ver a Beom, primera vez que lo veía desde que llegué, el maldito anciano me miraba como si de un estúpido dulce se trataba, relamía sus labios con lentitud y pensé que en aquel momento me iba a vomitar encima. ¿Cómo podía alguien tan despreciable tener a tantas personas siguiéndolo como perros con correa?

— Cállate, viejo asqueroso.

— ¿No te enseñaron a respetar a tus mayores, mocoso? — Este hombre se acercó a mi pateando mi abdomen y tomándome bruscamente por mis hebras azabache.

Chillé de dolor cuando mi cuerpo por mis cabellos fue arrastrado hasta una cabaña, todo el mundo estaba concentrado en sus propias cosas ignorando el hecho de que un señor de más de cuarenta años agredía sin justificación a un chico menor que él. Odio fue lo que sentí cuando mis rodillas se magullaron por el sucio pavimento, cuando todos voltearon la mirada y fingían hacer algo más interesante.

¿Cuando esto fue un humanos contra humanos? ¿Cuando nos volvimos tan salvajes y sin moral alguna?

— Me voy a divertir mucho contigo.

— Por favor, detente. — Rogué esperando que lo inevitable no pasara, que mis gritos apaciguarán ese deseo que tenía que sodomisarme.

Me equivoqué.

Mi cuerpo cayó boca abajo en aquella cama incómoda y grité, grité con todas mis fuerzas por ayuda pero nadie vino. Nadie me ayudó cuando aquel sujeto me quitó las ataduras en las piernas, me despojó de mis prendas inferiores y comenzó a manosearme sin pudor, nadie me salvó, nadie se compadeció de mis gritos.

Estaba indefenso.

— Nunca había visto a un chico tan bonito como tú. — comentó cuando sin preparación alguna ingresó en mi interior, volví a gritar de dolor.

— ¡Detente, por favor! ¡No quiero!  — mi cara estaba mojada por mis lágrimas gruesas.

Todo mi interior ardía, me sentía completamente asqueroso y mientras mi cuerpo era utilizado como una baratija, solo podía imaginar que estaba con Taehyung, que quien perforaba mi cuerpo sin cuidado era él, que el que besaba mi piel con morbosidad era él castaño que posiblemente ya estaba muerto porque de lo contrario me sumiría completamente en la miseria.

Porque aunque sabía y estaba claro de que Tae nunca me trataría de esta manera y no estaba ni un pizca de ser igual que ese asqueroso, era la única manera de mantenerme cuerdo y me sentía molesto conmigo mismo por hacerlo, pero no podía hacer nada más.

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Pov. Taehyung.

Mi bate impactó contra su rostro de forma tan brusca que varios de sus dientes salieron volando, mientras estaba en el piso pidiendo clemencia volví a repetir la pregunta tomando sus cabello sin una pizca de delicadeza

— ¿Haz visto a este chico? Estoy perdiendo la paciencia. — De mi cartera mostré una foto no tan antigua de Jungkook, que gracias a cielo portaba conmigo para todos lados.

El hombre en el suelo negó eufórico gritando que me detuviera, que no tenía nada que ver, que no lo conocía y que por favor lo dejara en paz. Cosa que no hice porque podría ser la persona más despistada en la faz de la tierra, pero en cualquier lugar podría reconocer las pertenencias de mi hombre y ese collar era de Jungkook, yo sé lo había regalado de aniversario. Además llevaba sus iniciales, nunca se lo quitaba.

— Habla de una buena vez, antes de que te mate.

— ¡El grupo de Beom lo tiene! ¡Te juro que no hice nada! ¡Solo estaba intentando sobrevivir! — El tipo lloró a cántaros mientras intentaba explicarse.— También fui secuestrado por ese maldito, me abusó y traté de ganarme su confianza hasta que pude escapar gracias a ese chico.

Analicé sus palabras una por una, sus expresiones e hice una dándole a entender que me dijera más.

— El chico que estás buscando, es el nuevo juguete de Beom. Lo escuché decirlo, me hizo alimentarlo y cuidarlo por semana-

— ¿Cómo te llamas? — le interrumpí, sabiendo por dónde iba el asunto.

— Kim Seok Jin.

— Jin, ahora me vas a tener que llevar a donde ese maldito y más te vale que no le hayan puesto un dedo encima a Jungkook.

Solté su cabello con descuido, mientras me reincorporaba para seguir con mi búsqueda. No bastaba con estar peleando con unos malditos zombies ahora también con humanos aparentemente sanos, suspiré frustrado revolviendo mis cabellos.

Espera por mi, kook.

Unas dos semanas antes.

— Maldita sea. — un quejido salió de mi boca por el dolor tan fuerte que tenía de cabeza.

No recordaba mucho, solo cómo un maldito me golpeó con un bate y caí al suelo, recuerdo haber escuchado a Jungkook...

¡Jungkook!

Maldición, Kook.

Un poco desesperado me levanté con impaciencia del suelo, casi perdiendo el equilibrio al instante pero logrando al final sostenerme de la pared. Busqué con la mirada al azabache pero no habían rastros de él, tenía un mal presentimiento y en ese instante me sentí cómo una completa basura. ¿Así pensaba en protegerlo? Cuando me desmayé y lo dejé solo, ¿Estará asustado? ¿Bien?

Maldije y golpeé unas cosas que estaban cercanas a mi, tirándolas todas al suelo buscando librarme del enojo que tenía. Caminé en círculos cómo un maldito perro desesperado, miré hacia afuera no habían caminantes cerca pero ya estaba cayendo la noche, por lo que con precaución junté la puerta del almacén cómo pude porque estaba despegada de un lado y coloqué el sofá detrás de ella para que funcionara cómo soporte, busqué mi mochila donde antes habíamos guardado los alimentos que íbamos a llevar a de apartamento y allí metí cosas que necesitaría.

Mañana temprano iré a buscarte, Jungkook. Espérame.


[...]

Holaa, no me contuve y tuve que soltarlo antes. Espero subirles algo más el viernes también pero aquí ando de nuevo.

Me gustaría saber qué opinan de mi historia. Por cierto, ando feliz porque decidí crear una cuenta en TikTok y muchas personitas han venido desde allá para leerla.

Gracias por tanto.

Me disculpo si hay alguna falta ortográfica, espero mejorar eso pronto.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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2024. | Taekook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora