La libertad es dorada

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Si había algo que Ellie odiaba, eran esos episodios depresivos que le llegaban de la nada. Aunque esta vez, si tenía motivos.

Sumergida en su cama y envuelta cuidadosamente entre sus sábanas, la pelirroja escuchaba música alegre a todo volumen intentando borrar sus pensamientos.

Si había algo en especial que quisiera hacer en estos momentos, era tirarse de un quinto piso.

Lástima que viviera solamente en el segundo.

Ellie cerró los ojos e intentó tranquilizarse y pensar las cosas con claridad, porque actuar de forma impulsiva, otra vez, no era en lo absoluto la respuesta.

¿Qué se supone que debía de hacer si tenía una crisis en plena madrugada con Ariana Grande a todo volumen?

¿Hablar con sus amigas?

Era muy tarde para que respondieran

¿Con su hermana?

Le diría que deje de molestar

¿Su madre?

Seguramente acabarían peleando como siempre

¿Su pareja?

Ni siquiera tenía una

Era una perdida de tiempo pensar en las personas y sus posibles, porque Ellie estaba sola, y para sumarle a sus penas, lo sabía perfectamente.

Estar sola le aterraba, por lo que consumida por ese pensamiento, sacó lo último de su fuerza de voluntad solamente para poder ir hacia su lugar seguro.

Al sentarse sobre su escritorio, quería dibujar algún boceto aún sabiendo que a la mañana siguente se arrepentiría y tiraría todo a la basura.

Tal vez, la mejor idea de su vida se estaba formando en su mente en aquellos momentos. Una idea tan innovadora que la sacaría del pozo en el que se encontraba sumergida.

¿Quién dijo que el dolor no servía para algo?

Cerro los ojos con calma en un intento de ver algo. Tal vez, alguna visión de algún diseño, tela o textura. Sin embargo, solo vio sus ojos.

Sus ojos oscuros que combinaban a la perfección con su piel del mismo tono.

La imagen de Gabrisya Nowak le estaba perforando la cabeza.

Y eso tampoco le gustaba para nada

Subió más el volumen de sus auriculares intentando aligerar el ambiente para poder pensar en otra cosa que no sea la chica de la estación de servicio.

Al intentarlo otra vez, el sueño se apoderó de su cuerpo casi sin avisar notificandole que no podía seguir más.

Ellie ya no quería luchar más contra el sueño.

Ellie ahora solo queria descansar y dejar de pensar en lo que habia pasado.

Con ese pensamiento en mente, se desplomó por completo sobre su escritorio.

Aquella noche, sin duda fue una noche pesada para Ellie Park, y para Gabrisya Nowak, la historia tampoco fue tan diferente.

Mientras estaba en el auto de Tom, quien usualmente la llevaba a su casa luego del horario nocturno, no podía dejar de pensar en Ellie.

A diferencia de siempre, sus labios permanecían cerrados de tanto divagar y Tom, quien disfrutaba de sus charlas absurdar después del trabajo, no pudo evitar notarlo

—¿Está todo bien Gabs?—Cuestionó sin hacer movimientos bruscos al ojear entre camino y el celular de la chica. Ella negó con la cabeza

—Estoy en uno de esos episodios—Es lo único que dijo antes de quedarse en silencio para ver hacia la nada

Silence-GabellieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora