Silence-Gabellie

Una salida de compras caotica

Al llegar al centro comercial, Connor estaba lo siguente a enojado.

Estaba tan furioso, que por un momento, Ellie creyó que iba a sacar humo de sus orejas y a lanzar fuego por la boca.

Resulta que en el escaso vocabulario de Riya, las palabras "prestado" y "robado" eran prácticamente sinónimos.

—Connor me ha dicho que va a venir a buscarnos dentro de una hora —Les comentó una vez que colgó la llamada y guardo el móvil—. Me dijo que por nada en el mundo podemos volver a tocar el auto—Yul, que se encontraba sentado en una banca, rodó los ojos

—¿Por qué ese viejo tuyo es tan aburrido Riya? —Preguntó evidentemente molesto—. Entiendo que en su época sólo habían dinosaurios, pero tampoco es para que nos saque nuestro único medio de transporte.

En la cabeza privilegiada y arrogante de Yul Kim, no existían más medios de transportes que no fueran los autos y aviones, porque gracias a su historial crediticio, nunca había tenido que ver otro en su vida.

—Supongo que podemos ver algunas tiendas mientras esperamos —Sugirió Grett con entusiasmo—. Hay unas nuevas bases de maquillaje de Sephora que me muero por probar—Al oir el nombre de la marca, a Riya se le iluminaron los ojos.

—¿Entonces que estamos esperando?

Los cuatro caminaron hacia el piso de arriba del centro comercial, que se caracterizaba mayormente por tener las marcas más caras y exclusivas que el dinero puede comprar.

Una vez en Sephora, empezaron a ver las cosas de la sección de maquillaje con cuidado de no romper nada.

—Deberían prohibir que los niños vinieran aquí —Se quejo Riya al ver un labial que parecía mordido—. Tantos productos desperdiciados—Dejo el objeto sobre el estante y agarró el mismo pero nuevo.

—Estás cosas son carisimas —Yul dejo a un costado unas evillas color rosa que salían treinta dorares—. ¿Cómo piensas pagar por esto? —Cuestionó señalando su canasta repleta de productos

A diferencia de Grett, que solo llevaba la antes mencionada crema y un rubor para reponer el suyo que casi ya ni tenía, Riya llevaba cientos de cosas que nunca iba a llegar a utilizar en todo lo que le quedaba de vida.

—¿Quién dijo que iba a pagarlo?—Al ver como observo hacia todas direcciones para asegurarse que nadie estuviera prestandoles atención, Ellie sintió como se le bajo la presión

—¿No es que tienes una tarjeta de crédito con fondos ilimitados que te dio Connor? —Cuestionó Grett al ver como se metía más cosas en su bolso. Yul la imitó, guardando los clips de cabello en sus medias

—Si, pero no seria tan divertido como esto —Ella le lanzó la crema a Grett, y esta de forma toper la atrapó con las manos—. Ve a la caja y paga por eso, nosotros te veremos a la salida—Dicho esto, tanto ella como Yul empezaron a caminar hacia afuera.

Ellie se apegó lo más que pudo a su amiga, porque lo último que quería, era que la relacionaran con la estupidez de los otros dos.

—Está es nuestra oportunidad para correr y salir por la otra puerta —Le susurro una vez que estaban lo suficientemente lejos. Ellie se quedó en su lugar tranquila al ver que nadie pensaba detener a sus amigos.

Tal vez si iban a lograrlo y no iban a tener que huir.

Esa tranquilidad le duró poco, porque a penas cruzaron por la puerta, las alarmas sonaron y todos se voltearon para verlos. Grett abrió los ojos como platos y dejo la crema y el rubor en el estante más cercano

—No estoy jodiendo —Le dijo ahora con un tono más alto—. ¡Corre!—Ambas salieron disparadas hacia la puerta contraria, pero antes de ni si quiera poder acercarse, la voz de Riya se alzó entre el caos de sirenas y confusión