capítulo 14

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Capítulo 14: La Verdad en la Oscuridad

La quietud del bosque nocturno era tal que cada paso que daban resonaba en el aire como un eco distante. Xu Xiao y Qu Liao continuaban su camino, sus cuerpos aún ardiendo por la cercanía y el deseo compartido. La luz de la luna, filtrándose entre las copas de los árboles, iluminaba sus rostros, revelando las huellas de la pasión reciente y, al mismo tiempo, la incertidumbre que comenzaba a crecer en el pecho de Xu Xiao.

El beso que habían compartido no solo había sido un encuentro físico; había sido el inicio de algo más profundo, algo que ni Xu Xiao ni Qu Liao parecían entender completamente. Las emociones que Xu Xiao había reprimido por tanto tiempo comenzaban a salir a la superficie, mezclándose con sus pensamientos y deseos. Y aunque estaba claro que la conexión entre ellos era innegable, una parte de él temía lo que eso podría significar. ¿Qué sucedería si la relación se desmoronaba como las ilusiones del pasado? ¿Y si lo que sentía era solo un espejismo, una necesidad de pertenecer que lo cegaba ante la realidad?

-¿Te sientes bien? -preguntó Qu Liao, su voz suave, pero con una curiosidad que no podía ocultarse.

Xu Xiao desvió la mirada, aunque no pudo evitar notar el cuidado con el que Qu Liao lo observaba. Había algo en él que nunca antes había visto, una preocupación genuina que lo desarmaba por completo. Era extraño, sentirse tan vulnerable frente a alguien que aún era, en muchos aspectos, un desconocido.

-Estoy bien -respondió Xu Xiao, más para tranquilizarse a sí mismo que a Qu Liao. Aunque su voz sonaba firme, algo en su tono traicionaba una incertidumbre que ni él podía comprender completamente.

Qu Liao no pareció convencido, pero no insistió. En lugar de eso, alargó la mano y tocó suavemente la de Xu Xiao. Un contacto que, aunque simple, significaba mucho más de lo que las palabras podrían haber dicho.

El viaje continuó en silencio por un tiempo, hasta que llegaron a un claro más profundo en el bosque. Este lugar parecía diferente al resto: las estrellas brillaban con una intensidad inusitada, y una extraña energía flotaba en el aire, como si el mismo universo estuviera observando sus movimientos. La atmósfera aquí no era tranquilizadora, sino cargada de algo más. Xu Xiao podía sentirlo en cada fibra de su ser, como si todo estuviera cambiando alrededor de él, como si todo estuviera a punto de revelarse.

-Este lugar... -dijo Qu Liao, mirándolo a los ojos con un brillo en su mirada-. Hay algo extraño aquí.

Xu Xiao asintió, sin poder explicar por qué ese lugar lo inquietaba. Había algo más grande en juego, algo que iba más allá de ellos dos. Y mientras la luz de la luna bañaba el claro, Xu Xiao sintió una ola de poder surgiendo en su interior, una energía que no sabía controlar del todo.

-Lo siento -dijo Xu Xiao de repente, rompiendo el silencio, sus palabras cargadas de una sinceridad que no había mostrado antes. Qu Liao lo miró con sorpresa.

-¿Por qué lo dices? -preguntó, avanzando un paso hacia él.

Xu Xiao respiró hondo antes de continuar.

-Siento que... no puedo ser lo que esperas de mí. Estoy confundido, Qu Liao. Esto que siento, esta conexión... no sé si es algo real o simplemente una necesidad que estoy tratando de llenar.

La verdad de sus palabras pesaba en el aire, y Xu Xiao no sabía cómo continuar. Había un miedo profundo en su corazón, uno que nunca antes había experimentado. Pero Qu Liao no lo interrumpió. En lugar de eso, se acercó y le tocó el hombro con suavidad, transmitiéndole una sensación de calma, como si estuviera diciéndole que todo estaría bien, sin necesidad de palabras.

-Xu Xiao, lo que sentimos no es una carga. No hay expectativas, solo lo que es. Yo... -Qu Liao hizo una pausa, como si pensara sus palabras cuidadosamente-. Yo también me siento perdido, pero hay algo entre nosotros que es más fuerte que todo eso. No tienes que ser algo que no eres. Estoy aquí, y eso es lo único que importa.

Xu Xiao lo miró, y por un momento, el mundo alrededor de ellos desapareció. En la quietud del claro, sólo existían ellos dos, unidos por una conexión que iba más allá de lo físico. Xu Xiao sintió un nudo en la garganta, la primera vez que algo en su pecho parecía liberarse. El miedo se desvaneció, reemplazado por algo más cálido, algo que se sentía como una promesa.

-No sé qué será de nosotros, pero quiero seguir descubriéndolo -dijo Xu Xiao, su voz un susurro, pero firme en su intención.

Qu Liao sonrió suavemente, sus ojos brillando bajo la luz de las estrellas. No había palabras que pudieran describir lo que sentían, pero no importaba. La conexión estaba ahí, y eso era todo lo que necesitaban.

Antes de que pudieran decir algo más, un suave resplandor comenzó a rodear el claro, emanando desde el suelo y ascendiendo hacia el cielo. Xu Xiao sintió una presión creciente en su pecho, y la energía que había sentido en el aire se intensificó de manera alarmante. Algo estaba sucediendo, algo que no podían controlar.

-¿Qué es esto? -preguntó Qu Liao, su tono tenso, pero con una calma que Xu Xiao envidiaba.

Xu Xiao cerró los ojos, concentrándose en la energía que los rodeaba. En su interior, algo comenzaba a despertar, una parte de él que había estado dormida hasta ahora. Las colas de kitsune que aún no había manifestado empezaron a moverse, como si estuvieran respondiendo a la llamada de la energía en el aire.

-Es... algo que no entiendo -dijo Xu Xiao, abriendo los ojos nuevamente y mirando hacia el cielo estrellado. Las estrellas parecían más cercanas ahora, como si estuvieran alineándose para presenciar algo importante.

De repente, una sombra oscura se formó sobre ellos, bloqueando la luz de la luna y el resplandor de las estrellas. Una figura apareció ante ellos, flotando en el aire con una elegancia inquietante. Su presencia era tan fuerte que el aire a su alrededor parecía volverse denso y pesado.

-Así que el kitsune de diez colas ha despertado -dijo la figura con una voz profunda y resonante, que parecía provenir de todas partes a la vez. Xu Xiao sintió que la energía de la figura lo invadía, como una ola que amenazaba con ahogarlo.

Qu Liao dio un paso hacia adelante, pero Xu Xiao lo detuvo con un gesto. Sabía que este encuentro no era casual. La figura frente a ellos no era alguien común.

-¿Quién eres? -preguntó Xu Xiao, aunque no sabía si estaba preparado para la respuesta.

La figura sonrió, y un frío recorrió la columna de Xu Xiao.

-Soy quien ha estado esperando que te encontraras con tu destino -respondió la figura, sus ojos brillando con una luz amarilla y malévola. Y con esas palabras, el claro quedó en silencio, como si el mundo mismo estuviera conteniendo la respiración.

Xu Xiao se preparó para lo que fuera que viniera, sintiendo que todo lo que había vivido hasta ese momento solo había sido una introducción a lo que realmente estaba por suceder.

Hola, gracias por leer y votar los capítulos, ya llegamos a las 800 lecturas en esta historia, estoy agradecido por el apoyo, espero que les haya gustado este capítulo y no se les olvide votar :)

Palabras: 1240

RENCARNE COMO UN KITSUNE EN UN MUNDO OMEGAVERSE(Yaoi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora