Cinco

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Desde aquel beso robado, Felix y Hyunjin no habían dejado de sentirse como en una nube. Cada momento juntos parecía tener un brillo especial. Aunque ninguno de los dos decía abiertamente lo que sentían, todo en sus miradas y gestos lo decía.

Era sábado por la tarde, y Felix había invitado a Hyunjin a su apartamento. El plan era pasar el día juntos, ver películas y compartir risas, pero también había algo que Felix deseaba: presentar a Hyunjin con su familia. Además de sus papás, Minho y Jisung, Felix tenía un hermano mayor, Christopher, quien siempre había sido una figura protectora y cariñosa.

—Bienvenido a mi casa —dijo Felix, sonriente, mientras Hyunjin observaba cada rincón del hogar lleno de detalles y recuerdos familiares.

—Me gusta... es tan tú —murmuró Hyunjin, observando una foto en la pared donde Felix, de pequeño, sonreía ampliamente junto a un chico un poco mayor.

De pronto, escucharon el sonido de pasos y una voz cálida:

—¿Felix? ¿Ya llegaste?

Felix se iluminó y tomó la mano de Hyunjin, llevándolo hacia la sala de estar, donde estaban sus papás. Lee Minho, con expresión serena, y Han Jisung, de sonrisa cálida, observaban a los chicos con curiosidad.

—Papá, papi, él es Hyunjin, mi... —Felix dudó un segundo, y terminó la frase—. Mi mejor amigo.

—Un gusto, Hyunjin. Cuida bien a mi hijo —dijo Minho con una sonrisa divertida.

—Felix nos ha hablado mucho de ti —añadió Jisung, guiñándole un ojo.

Hyunjin, un poco nervioso, sonrió al ver lo cálidos que eran todos. Sentía que estaba en casa.

—Gracias por permitirme estar aquí. Felix significa mucho para mí —dijo sinceramente, lanzándole una mirada a Felix.

—Nos alegra saberlo —comentó Minho, sonriendo amablemente—. Felix ha estado muy contento últimamente, y creo que tú tienes mucho que ver con eso.

Luego de la charla con sus padres Hyunjin seguía observando de reojo el apartamento de Felix y este se acercó y se detuvo a su lado, observando la foto con nostalgia.

—Ese es mi hermano, Christopher. Es... bueno, es como mi héroe. Siempre ha estado ahí para mí —explicó, su voz llena de cariño.

En ese momento, escucharon el sonido de la puerta principal abriéndose, y Felix sonrió aún más.

—Habla del diablo y él aparece —bromeó, dándole una palmada suave en el brazo a Hyunjin—. Ven, te lo presentaré.

Ambos se dirigieron hacia la entrada, donde un chico alto y de complexión atlética estaba quitándose la chaqueta. Tenía una expresión serena, pero al ver a Felix, sus ojos se iluminaron con una calidez familiar.

—Chris, este es Hyunjin, mi mejor amigo. —Sus mejillas se ruborizaron ligeramente—

Hyunjin notó el leve sonrojo de Felix, y aunque quiso añadir algo más, prefirió respetar el momento. Chris lo miró con una mezcla de curiosidad y amabilidad, antes de extender la mano.

—Hyunjin, ¿verdad? Felix me ha hablado mucho de ti —dijo Chris con una sonrisa.

Hyunjin estrechó su mano, tratando de ocultar el nerviosismo que sentía. Había escuchado mucho sobre Chris, sabía lo importante que era para Felix, y sentía una presión inexplicable por dar una buena impresión.

—Sí, un gusto conocerte, Christopher. Felix también me ha hablado bastante de ti —respondió Hyunjin, con una sonrisa amigable.

—Entonces eres el famoso Hyunjin —Chris asintió, con una mirada de aprobación—. Gracias por cuidar de él. Felix necesita alguien en quien confiar. Y bueno, parece que eres esa persona.

Nunca te dije adiós Donde viven las historias. Descúbrelo ahora