CINNAMON GIRL, NICHOLAS A. CHAVEZ

05 - ¿Dónde está Kristen?

Viernes, 1 de noviembre
7:07 am.

—¡Kristen, responde el teléfono! —gritó Perla desde su habitación, notablemente fastidiada por el sonido constante del tono de llamada.

El pitido persistía, y Perla podía oírlo claramente desde su cuarto. Gruñó molesta, pensando que Kristen estaría demasiado dormida como para siquiera escuchar su tonto teléfono.

Frunció el ceño al ver que era Lucas quien llamaba insistentemente. Finalmente, decidió contestar.

—¿Hola? ¿Kristen? —la voz de Nicholas la tomó por sorpresa.

—Soy Perla. ¿Qué pasa? ¿Por qué tanta insistencia?

Nicholas se quedó en silencio unos segundos, y aunque Perla no pudiera verlo, notó que dudaba en hablar.

—Necesito hablar con Kristen... —suspiró pesadamente—... es algo importante.

—Bueno, Kristen no está aquí —dijo mientras revolvía las sábanas desacomodadas, buscando el cuerpo de su amiga, pero no había nada—. Déjame la busco.

Salió de la habitación para ir a ver a Celine; había una pequeña posibilidad de que Kristen estuviera ahí, ya que no le gustaba dormir completamente sola.

Tocó la puerta y la abrió, pero solo encontró a Celine durmiendo profundamente.

Perla suspiró, frustrada. ¿Dónde se habría metido Kristen a esta hora? Cerró la puerta de Celine y regresó a su habitación, con Nicholas aún en la línea.

—Oye, no está en el cuarto de Celine tampoco —informó, sintiéndose más despierta cada segundo.

—¿Dónde suele estar por las mañanas? —preguntó Nicholas, impaciente.

—No sé, a veces baja a la cocina o se queda en la sala, pero... ¿por qué tanta prisa? ¿No se odian? —preguntó, notando el silencio incómodo de Nicholas al otro lado.

—Sí, pero... no quiero que malinterprete algo de anoche. Lo que sea que pasó fue un error —confesó en tono bajo.

Perla guardó silencio un momento. ¿Malinterpretar? ¿Qué tan grave fue para que Nicholas estuviera así de nervioso?

—Mira, Nicholas, si no querías que pasara nada, podrías haberlo evitado. —Le lanzó sin filtro alguno—. Voy a buscarla, pero cuando la veas, más te vale ser claro. No andes confundiendo a mi amiga.

Colgó antes de que Nicholas pudiera responder y bajó rápidamente las escaleras.

Toda la casa estaba en silencio. Normalmente, si Kristen despertaba antes que todas, ya estaría en la cocina o escuchando música. Pero esta vez, no había nadie, ni un solo ruido.

—¿Kristen? —la llamó, pero lo único que escuchó fue el eco de su propia voz.

Perla intentó no alarmarse, pero la ausencia de su amiga le daba una mala espina.

—¿Qué habrá pasado entre estos dos...? —se preguntó, llevándose las manos a las sienes, tratando de ahuyentar la migraña que sentía acercarse.

Un rato después, se encontraba en llamada con Lucas, descargando su molestia.

—No, no intentes confundirme, Lucas. ¡Nicholas fue quien llamó a Kristen desesperado por no sé qué y ahora ella no está en la casa!

Lucas suspiró al otro lado de la línea, un tanto confundido.

—¿Mi primo qué? —preguntó con un tono de incredulidad.