CINNAMON GIRL, NICHOLAS A. CHAVEZ

03 - "Me llevo bien con el..."

El sol brillaba con fuerza aquella tarde, y el calor era agobiante. Kristen, con un overol de mezclilla y la parte superior de su bikini, estaba afuera en el patio, lavando su coche. El brillo del agua y el jabón reflejaba los rayos del sol mientras ella se concentraba en restregar la parte trasera del auto. Su cabello, recogido en un moño improvisado, dejaba ver las gotas de sudor que resbalaban por su frente.

—¡Kris, qué calor hace! —gritó Perla desde la piscina, donde flotaba despreocupada en su inflable, disfrutando del día sin el menor esfuerzo—. No entiendo cómo prefieres estar lavando el auto, pudiendo estar aquí en el agua. ¡Está perfecta!

—Déjala, sabes cómo es —respondió Celine desde su lugar en una tumbona, bajo la sombra—. Si ella quiere trabajar bajo el sol, allá ella.

—No lo estaría haciendo si alguien hubiera puesto el techo ayer —levantó las cejas, dejando de lavar un segundo y lanzándoles una mirada retadora, especialmente a Perla.

Perla, sin apartar la vista de sus manos, resopló ligeramente.

—Se me olvidó, ¿sí? No es mi culpa que llegara una tormenta.

—Al menos deberías estar ayudándome... —dijo Kristen lo suficientemente alto como para que las dos la escucharan, mientras una pequeña sonrisa se asomaba en sus labios.

—¿Ayudar? —Perla levantó las cejas, sorprendida—. Kris, ¿has visto el sol? Literalmente podría derretirme si salgo del agua.

—Por favor —murmuró Kristen, aún concentrada en su trabajo—. Ya estás bastante morena de tanto estar en la piscina.

Perla fingió indignación, llevándose una mano dramáticamente al pecho.

—Estoy perfectamente bronceada, gracias —mencionó, reincorporándose en su flotador—. Además, no quiero sudar como langosta en una olla. Estoy bien aquí.

Celine río ligeramente.

—Es una buena excusa, Perla. Pero admite que no te gusta limpiar.

—Solo digo que me gusta relajarme cuando tengo la oportunidad. Estamos de vacaciones, ¿se acuerdan?

Kristen rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír.

—Te tocará pagar la gasolina de A.J. por una semana... —murmuró mientras lanzaba un poco de agua hacia el coche, haciendo que gotas salpicaran cerca de la piscina.

Perla soltó un grito en falsa alarma, moviendo sus manos como si el agua realmente le afectara.

—Lo hiciste a propósito —exclamó con una sonrisa—. Si me mojas más, te lanzaré a la piscina.

—Inténtalo. No me molestaría meterme después de terminar con esto —dijo Kristen, mirándola de reojo.

—Eso suena como una promesa —dijo con tono divertido, mientras ambas miraban a Celine—. Aunque dudo que puedas lanzar a Kristen tú sola.

La rubia asintió, dándole la razón. Perla solo frunció el ceño sin decir nada.

—Claro que puedo...

Celine y Kristen arrugaron la nariz, poniendo en duda la afirmación. Perla levantó una ceja, paseando la mirada entre la rubia y Celine.

Sin decir nada más, empezó a salir de la piscina. Celine se reía de la expresión de Kristen, quien ya estaba considerando salir corriendo.

—Claro que puedo —repitió Perla, ahora más cerca de Kristen.

Ambas se quedaron unos segundos mirándose, hasta que Perla hizo el primer movimiento, tomando a Kristen de la mano.