Su mirada era de profundo odio, jamás lo había visto así, era indescriptible saber lo que realmente pensaba, yo, estaba conmovida hasta las lágrimas, todo lo que Melissa había contado, mi hija. Me aparte de ahí, camine directamente hasta la orilla de la terraza, ya no quería verlos, no quería ver a nadie, esto tenía que ser un sueño, no podía ser real, todo lo que ella había dicho, me dolía el corazón, la cabeza, era como si me martillaran esas partes.
La historia de Melissa, como había ido de más a menos, todo lo que había pasado, todo ese dolor, mire al cielo, en verdad esto pasara si continuo con Seiya, pero ¿Y Rini? No se podía alterar el futuro así, lo cierto era que esto estaba pasando, pero, como había dicho Seiya y si ella mentía. Gire mi cabeza y la mire, destrozada, deshecha, no, no podía mentir y estar así.
- Lo que ella dice se puede comprobar - le dije en voz alta a Seiya aunque sin mirarlo - hace poco Setsuna menciono una abertura entre el espacio - tiempo, me lo dijo poco tiempo después de aparecer Melissa en nuestras vidas - continúe hablando, aunque en esta ocasión no podía mas, me acerque de nuevo a la que se supone es mi hija, ahora tenía miedo, ¿que pasara con ella? ¿Podre estar con Seiya y que nazca esta chica? ¿Y Rini?
- Creo que lo mejor será reunir a las chicas - dije con un poco de malestar en la cabeza, tenía mucho que pensar y reflexionar, aunque ahora entendía muchas cosas, sentí una opresión en el pecho, Melissa a pesar de todo, había intentado emparejarme con Darien, muy a pesar de que al estar con él, ella no podría existir, era una chica valiente sin duda. Ahora no sabía que decisión tomar ni que hacer, la cabeza y el corazón me dolía y si no salía pronto de ahí, me desmayaría en cualquier momento.
Camine hacia la salida, sin mirar a nadie más, ni a Melissa ni a Seiya, ni siquiera a Yaten y Taiki que se encontraban ahí, sin nada que decir al respecto, sabia como era Yaten, desconfiado, el podría suponer lo que quisiera y Taiki seguramente buscara comprobar esta situación. Yo solo quería no pensar más en todo esto, todo había cambiado, mucho me temía que era por culpa mía, por mi terquedad.
Salí del edificio, llegue a una avenida y tome un taxi, no lo pensé dos veces, decidí ir a buscar a Setsuna, así que me dirigí ahí. No quería pensar, no sabía cómo hacer ahora que me había quedado sola con mis pensamientos no sabía qué hacer, no podía dormir y la verdad que no tenía idea de que hacer, solo pensaba en Hotaru, Setsuna, Michiru y Haruka, ¿que estarán haciendo? ¿Hace cuánto que estaban en casa? Recuerdo que ellas estaban en el hospital, supervisando lo que me había pasado, después de todo ellas eran mis guardianas.
Llegue pronto a su casa, pague rápido el taxi y corrí prácticamente a la puerta, al tocar el timbre espere solo un minuto, quien me recibió fue Michiru, pero al verme hizo una mueca de odio. ¿Qué le pasaba? - Hola Michiru - dije aun algo temblorosa - ¿Esta Setsuna? - ella me miro con asombro, cruzo sus brazos y me contesto - ¿Estas aquí por Setsuna o vienes a ver a Haruka? - no supe cómo responder a eso, porque me preguntaba algo así, estaba por contestar pero Hotaru apareció cerca de la puerta.
- Hola Serena - saludo amablemente - Que tal Hotaru, esta Setsuna en casa ¿podrías decirme? - le pregunte intentando forzar una sonrisa - Si, pasa - sonrió - que bueno que te recuperaste pronto - dijo con su linda voz de niña. La niña me dirigió a la sala, a decir verdad, creo que nunca las había visitado en su casa, era muy bonita y espaciosa y tenían un bonito piano en la sala, era realmente muy acogedor el lugar, todo estaba muy ordenado y limpio.
Apareció pronto por la sala Setsuna y Haruka, ambas me saludaron sonrientes, Hotaru me ofreció té, todas eran muy amables, excepto Michiru, acto que no pasó desapercibido para las chicas, finalmente Setsuna me pregunto porque estaba ahí, entonces relate todo, desde que Taiki y Yaten me habían llevado al Restaurant hasta la historia de Melissa, todas estaban como yo, un poco incrédulas, un poco tristes, todo era incierto, entonces mire a Setsuna - Hace poco me dijiste que había una abertura entre el espacio - tiempo ¿recuerdas? - ella me miro - dijiste que algo pasaba ¿tiene que ver con esto?
Tenía mi corazón a mil, había disminuido el dolor de cabeza pero el dolor seguía ahí. Setsuna se demoraba en contestar. - Setsuna por favor - suplique, quería saber la verdad ahora. Ella me miro, se acercó a mi tomo mis manos y finalmente hablo. - Serena, tú no has cambiado el futuro - esas palabras me dejaron más intranquila - ¿Qué quieres decir? ¿Lo que dijo Melissa es mentira?, ¿ella invento todo? ¿Qué es lo que está pasando? - mi nerviosismo era demasiado.
Setsuna me pidió tranquilidad pero no podía, sentía que en cualquier momento me iba a desmayar y la cabeza no la aguantaba - No puedo más - entonces llore, como hacía mucho tiempo no lo hacía, llore como una niña, desconsolada, a llanto abierto, nadie, salvo Setsuna que estaba junto a mí se acercó a decirme que todo estaba bien, que todo era un sueño o que no me preocupara, solo Setsuna que tenía entre sus manos mis manos.
- Escúchame Serena - me dijo mientras se levantaba - entiende que tú no has cambiado el futuro - dijo apretando mis manos - han sido ellas, las Sailor Star Lights quienes debieron marcharse y no volver, pero aquí están cambiando el orden de las cosas - miro a las chicas - todas sabíamos que tu futuro es con Darien, porque así estaba escrito, yo soy la guardiana del tiempo, créeme que el futuro ahora es demasiado incierto, pero tú tienes la solución, tu puedes arreglar todo. ¿Entiendes? -
¿Que quería decir Setsuna? Limpie mis lágrimas un poco más - ¿Entonces lo que dijo esa chica es mentira? - Setsuna respiro hondo - No, no es mentira, todo es real, ella es tu hija Serena, hija tuya y de Seiya, pero esto es así porque tu así lo quieres, porque eres tu quien esta con Seiya, eres tu quien se está enamorando de ese chico y estas olvidando a Darien - Lo que dijo al final, me dejo helada, la mire. Entonces no era culpa de las Sailor Star Lights, era mi culpa.
