Me dolía demasiado que Serena escogiera a otro, analice todos y cada uno de los puntos, todas las opiniones, como todo recaía en mis hombros. ¿En verdad había sido tan malo con Serena?
Desde mi punto de vista, no era así, yo solo quería lo mejor para nuestro futuro, ser un mejor medico, tener mas tiempo con ella, estudiar, hacer el internado rápido, titularme, hacer una residencia, no era mucho pedir que Serena lo entendiera.
¿Que puedo hacer yo? Simplemente olvidarlo, re-hacer mi vida como lo esta haciendo ella o luchar por ella, Andrew me decía que le diera tiempo, varias de las chicas que la dejara en paz, pero yo solo quería vengarme, hacer sentir mal a Serena por haberme abandonado, después de todo, dejarla e irme a estudiar era por nuestro futuro.
Comencé a estudiar mas, en mi tiempo libre me dedicaría a cuidar de Tokio con mi traje de Tuxedo Mask, tenia que distraerme en algo y no precisamente buscaba diversión, simplemente quería sentirme útil, al parecer me quedaba solo, sin esos amigos con los que conviví tanto.
Decidí que era tiempo para mi, me dedicaría a cuidar mi salud, un medico no debe enfermarse, a cuidar de mi ciudad y de mi planeta, si las guardianas de la luna o del planeta Kinmoku hacían algo para perjudicarlo, me vería obligado a echarlas de aquí.
Pasaban los días y las noticias y todo era lo mismo, las chicas enfrascadas en sus situaciones sentimentales, en cambio yo, estaba tomando fama nuevamente como el guardián de Tokio, incluso me habían pedido asistir a un programa de entrevistas, el cual si tenia tiempo, asistiría.
En una ocasión una pequeña chica de secundaria pedía ayuda, había ido a cocinar a su amiga enferma, pero la chica se retraso en la salida a su casa, por lo cual fue atacada por malechores que querían robarla, al rescatarla ella me agradeció, me dijo que era su amor platónico, brincaba como una niña pequeña, sin poder evitarlo, recordé a Serena, cuando era así, al verme como Sailor Moon cuando acudía a salvarla. La chica dijo que esperaría mi entrevista en la televisión.
Esto me animo a ir, asistiría al programa de entrevistas, así que, con mi mejor traje acudí a la cita, la presentadora del programa era una señora joven, todo el personal de la televisora era amable, cuando llegue y el guardia de seguridad me vio, me agradeció, dijo que en una ocasión ayude a su hijo a no tener un accidente automovilístico, subí en el elevador hacia la planta indicada donde estaba el estudio de televisión, viajaba solo.
Se sentía incomodo, pero en la tercer planta una joven subió también, estaba tan enfrascada con sus papeles diciendo que el libreto y la redacción no eran las correctas, era alta, de pelo rojo como el fuero, de un lado largo del otro corto, del lado corto en su oreja tenia infinidad de aretes, bajo en la misma planta que yo, camine tras ella pues al parecer íbamos al mismo estudio.
Al entrar "juntos" todos se quedaron mirando, entonces fue como la chica se dio cuenta de mi presencia, al voltear a verme, la chica se sorprendió, yo también, era muy guapa.
