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Mads pov:

Nos encontramos en casa de John B para ver qué era lo que su padre le había dejado dentro del sobre y por qué todo conectaba.

— JJ ese pan se llenó de moho hace como tres días— le advierto a mi hermano.
—Le estoy sacando esas partes feas tranquila Mads, además, el moho es bueno, es como un tipo de organismo natural, ¿quieres?—.
—No... y no lo comas te caerá mal y encima sabrá feo— le contesto con cara de asco y me voy para donde estaban los chicos.

Lo que había dentro del sobre era más y nada menos que un mapa con marcas y coordenadas en él.
—Hay una equis— indica Pope.
—Longitud, latitud, tal vez hay algo más— dice metiendo su mano al sobre.
—Esto sabe como a la mierda— dice mi hermano escupiendo el trozo de sándwich que se había comido.
—Te lo dije— digo riéndome.
—¿Qué es eso?— pregunta mi mellizo.
—Una grabadora, idiota— le contesta Kie quien me hace sonreir, dejo de hacerlo cuando escucho la voz de Big John.

"Querido pájaro, odio decirte lo dije pero lo te lo dije,y tú que dudabas de tu papá, sospecho que en este momento estás lleno de culpa por nuestra última pelea pero no te suicides a un chico yo tampoco esperaba encontrar el Merchant...
Tenías razón en estar enojado, no fui exactamente el padre de la década, que puedo decir chico... sabía que estaba cerca, espero que en nuestra nueva mansión en Costa Rica mientras vivimos de inversiones pasivas y disfrutamos del tiempo libre, si no, encuentras esto en peores condiciones bueno, para eso es el mapa, allí está el Merchant naufragado, si algo me pasa, termina lo que empecé, consigue el oro chico, te amo pájaro, aunque no siempre actuaba así... te veré del otro lado".

Todos nos quedamos mirándonos entre sí mientras la voz de Big John sonaba en la grabadora, entonces... si era verdad sobre el oro en el Merchant, si era verdad lo que el padre de John B decía, él estaba tan cerca pero a la vez tan lejos...
Lo único que pensé en hacer fue en abrazar a John B y así lo hice, él sollozaba en mis brazos mientras que yo me alegraba por él pero lamentaba por su padre.
—Mierda lo encontró— dice JJ.
—Podrías callarte...— le dice Kie señalando a John B quien estaba sobre mis brazos aún.
—Lo siento...— dice este.

Estábamos en el muelle y el sonido del ukelele de Kie armonizaba el lugar, me encantaba escucharla tocar, lo hacía con tanto talento, yo nunca he podido coordinar mis pies y voy a poder coordinar mis dedos, eso jamás aunque Kie me ha intentado explicar y enseñar yo jamás lo he logrado, déjenme con mis libros que nos llevamos mejor.

—¿Cuánto era que había?— pregunta mi hermano interrumpiendo mi lectura.
—quinientos millones— se adelanta John B a contestar.
—¿Cómo repartiremos? antes de decir.. en partes iguales, les recuerdo que soy el único que puede defendernos de los traficantes— dice mostrando su arma.
—No tienes entrenamiento— le contesta Pope.
—¿Protección? no es barata— sigue hablando mi hermano.
—Tienes cero de entrenamiento JJ— le digo.
—¡Youtube!, al menos necesito un 5% más, ¿alguna objeción? no lo creo...—.
—¿Qué harías con tus cien millones Pope?— pregunta Kie.
—Pagaría la universidad por adelantado y compraría los libros, son muy costosos—.
—¿y tu Kie?— preguntó.
—Si, ¿que hace una socialista cuando se vuelve rica?— habla Pope.
—Quiero grabar un demo..sobre esto, outer banks, como Catch a Fire sobre Kingston, tener mi propio estudio que Perer Tosh lo produzca—
—Peter Tosh está muerto— le digo.
— Lo se Mads, el espíritu de Peter Tosh nunca morirá, ¿y tú? ¿qué harías con cien millones?— dice levantando su cerveza.
—Mi sueño siempre fue tener una biblioteca inmensa y poder leer tranquilamente, así que, primero me comprare una casa pero que la biblioteca sea más grande que la casa— digo riéndome.
—Yo ya sé lo que haré, me comprare una casa enorme en Figure eight y seré todo un kook—
—¿Serás un Kook?— digo riéndome.
—Si, tendré una estatua mía de marmol y luego un estanque con muchos peces koi— dice haciéndonos reír a todos menos a John B quien estaba con otra cosa.
—No te visitaré— dice Kie haciéndome reír.
—Seremos todos Kooks— dice John B levantando la cerveza.
—¡Por ser todo unos Kooks!— dijimos al unísono riéndonos.

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