Mads pov:Tenía que darle el papelito de John B a Sarah, visualizó el panorama para encontrarla y allí estaba, en el medio de la pista, tenía que ser ágil y discreta, nadie podía levantar sospechas mucho menos Topper, podría ser un problema más grande.
Me dejo llevar por el ritmo de la música para ir rápidamente a Sarah, esta me mira raramente y yo solo me acerco a ella manteniendo un ritmo y ella hace lo mismo, le doy un trago sin alcohol con la nota de John B. — Esto es para tí, de ya sabes quién—. Le digo con voz baja y Sarah me mira con cara de cómplice. — Gracias—. Contesta de la misma manera y yo sigo de largo como si nada hubiera pasado.Mis pies ya dolían de una manera que ya no los sentía, pedí unos diez minutos de descanso para ir al baño y aproveche a sentarme en los bancos que habían allí, me sacó rápidamente los zapatos que estaban asfixiando mis pies estaban rojos por el roce de la tela de estos, me dejo caer apoyando mi espalda a la pared cerrando los ojos para descansar un poco la vista, sentí entrar a alguien pero no me importaba ya que no era el baño de los Kooks, así que ninguna me podía decir nada.
— Aquí estás rubia—. Escucho una voz ronca y suave que me hace saltar del susto.Abrí los ojos de golpe y frente a mí estaba él apoyado despreocupado contra el marco de la puerta con su sonrisa ladeada que parecía disfrutar de mi susto, me miraba con cierta burla y diversión.
— ¿Qué haces aquí?—. Le dije despectivamente tratando de que mi voz no me delatara ya que su presencia repentina me puso nerviosa.
— Te estaba buscando—. Responde este con calma caminando hacía mí viendo mis pies rojizos por el roce de los zapatos dándome una mirada de preocupación.
— No es nada, estoy bien—. Digo rápidamente sin darle mucha importancia.
— Si lo es, ¿te has visto esos pies?—. Su voz había cambiado como si le importara mi bienestar.
— Estoy bien, es parte del trabajo—. Respondo sin importancia, inclinándome para agarrar uno del par de los zapatos para ponermelo y veo que este se agacha rápidamente y me lo saca de la mano.
— ¿Qué haces?—. Respondí rápidamente nerviosa.
— Tranquila rubía—. Dice este pasando sus cálidos dedos por las partes de mis pies más irritados y no pude evitar estremecerme. — Esos zapatos de la muerte, no los uses—. Dice con una voz suave pero en tono mandón haciéndome reír por lo bajo.
— Estoy trabajando Rafe no puedo no usarlos, además no falta nada para que mi turno termine—. Respondo suavemente tratando de que los nervios no me juegue una mala pasada ya que tener a Rafe inclinado hacía mí me hacía estremecerme de una manera que era extraña en mí.
Me inclinó rápido nuevamente para ponerme los zapatos y este me aparta la mano suave pero firme para ponerlos él en mí lugar.
— Yo lo haré—. Dice este buscando mis ojos para cuando encontrarlos mirarme con cierta intensidad, lentamente coje el zapato y este lo coloca como si fuera una joya frágil.
— Gracias Rafe—. Respondí con mi voz que había salido titubeando por el simple hecho de cómo hizo la acción al ponerme los zapatos.
— No hay de que—. Responde este levantándose imitando me ya que tenía que volver al trabajo.
— Espera... Mads quería hablar contigo—. Dice frenándome con su agarre suave pero firme en el brazo. — Ya se me acabó el tiempo de descanso—. Respondo con cierta frustración.
— Randy es un bastardo—. Dice este apretando el puño cambiando su rostro y mirada, haciéndome fruncir mi rostro de la confusión y cuando este nota mi mirada su mirada cambió a la de antes.
— Rafe lo siento tengo que volver, ya sabes no soy una Kook rica—. Digo en forma de sarcasmo haciéndolo sonreír.
— Si lo siento rubia—. Dice sonriéndome y saliendo junto a mí.Los pies me seguían doliendo pero ya me quedaba poco para terminar la fiesta, salimos de adentro para afuera, donde allí estaban todos ya que el calor era impresionante. Había perdido a Rafe de vista y en mi campo de visión se encontraba mi hermano que era sujetado por un guardia de seguridad, me maldije por dentro y acercándome más rápido hacia él para ayudarlo.
— ¡Ey suéltalo!—. Digo empujando al guardia de seguridad desestabilizando un poco haciendo que JJ pudiera golpearlo y así salir corriendo pero no fue así, otro guardía me sostuvo impidiendo me moverme.
— ¡Suélteme! —. Digo intentando zafar de su agarre.
— ¡Ey!¡Sueltenlos!—. Escucho una voz conocida desde lejos, Kie.
— ¡¿Acaso no soy parte del club?! ¡Sueltenlo dije!—. Dice Kie furiosa haciendo que los guardias nos soltaran, todos los ojos estaban puestos en nosotros, miro a mi hermano, a Kie y veo el camino de salida, todos pensamos lo mismo y salimos corriendo. — ¡Pope! ¡Vamos!—. Le grita mi hermano y este a pesar de los llamados de su padre nos siguió en la maratón hasta la salida de esa fiesta.
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ALL FOR US
Teen Fiction#ALLFORYOU: En Outer Banks, las reglas están hechas para romperse, y las líneas entre el bien y el mal se borran cuando el peligro acecha en cada esquina de esta pequeña isla. Para Mads, lo último que esperaba era caer en los brazos del impredecibl...