4. No intentes esconderlo de mí

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🦦 BECKY 🦦


—Bueno, señores, tenemos que ir a verificar ese campo de fútbol para explicarles cómo haremos todo para construir el nuevo centro comercial —anuncié, ajustando los papeles en mis manos.

—Sí, señorita Armstrong —respondió uno de los trabajadores.

Salimos de mi oficina rumbo al campo, ubicado en uno de los vecindarios de la ciudad. Al llegar, comenzamos a instalar los equipos en las gradas superiores.

—Jefa, están jugando —dijo uno de los trabajadores, señalando hacia el campo.

Miré hacia abajo y vi a un grupo de niñas, de unos trece años, corriendo por la cancha en medio de un partido. Un chico alto de cabello oscuro actuaba como árbitro. Entonces, escuché una voz conocida al otro lado de las gradas.

—¡Tú puedes, Nina! —animó alguien con mucho entusiasmo.

Me giré y vi a Freen, entre un grupo de personas, gritando y sonriendo, completamente inmersa en el partido. No pude evitar sonreír al verla tan feliz; parecía alguien distinto a la Freen que siempre me enfrentaba con una actitud hostil.

Curiosamente, solo se comportaba así conmigo.

Sonreí mientras observaba el partido por un momento más. Una niña con un uniforme azul parecía muy entusiasmada con el apoyo de Freen; quizás era alguien cercano a ella.

—Tendremos que esperar a que terminen para comenzar —les indiqué a los trabajadores mientras las niñas seguían jugando.

Unos minutos después, el partido concluyó, y el equipo de la niña que apoyaba Freen resultó vencedor. Freen celebraba emocionada, pero decidí enfocarme en mi trabajo.

—Tomen fotos desde este ángulo; aquí estará la entrada principal —les dije a los trabajadores, dando instrucciones mientras el campo comenzaba a vaciarse.

De repente, una voz conocida, pero mucho menos amable, me interrumpió.

—¿A ustedes quién les dijo que queremos un centro comercial aquí? —gritó Freen, claramente molesta.

Sonreí sin voltearme, centrada en revisar las fotos. Sabía que estaba dirigida a mí.

—¡Les estoy hablando! ¡Inútiles, dejen de ignorarme! —gritó nuevamente, con una energía que casi me hizo reír.

Me di la vuelta lentamente, bajé unos escalones y me planté frente a ella.

—¿Por qué eres tan ruidosa? Me vas a reventar los oídos —le dije con una sonrisa tranquila. Freen me miró, sorprendida de verme.

—¿Tú otra vez? ¿Acaso no tienes nada mejor que hacer que venir a fastidiar este vecindario? Nadie quiere un centro comercial aquí —replicó, fulminándome con la mirada.

—Solo estoy haciendo mi trabajo, señorita maleducada. Este campo será destruido, y voy a construir un hermoso centro comercial. Deberías sentirte honrada en la inauguración —respondí, disfrutando de la irritación en su rostro.

—Tú, tu equipo y tus jefes son unos imbéciles —espetó, su voz llena de rabia.

La miré con calma y me acerqué un poco más.

—Cuida lo que dices. Y si estás molesta por esas fotos que vi en tu teléfono... olvídalo. Ni siquiera eran algo interesante de recordar —comenté, tratando de provocarla un poco.

—Eres una... —comenzó a decir, pero alguien se acercó rápidamente.

—¿Freen, pasa algo? —preguntó un chico, mirando en mi dirección con desconfianza—. ¿Te está molestando?

DISEÑADORA DE MODAS || FREENBECKY (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora