BAILARINA (Christopher Morgan + Laurens Caistar)

5. (epílogo)

Narrador

Habían pasado dos semanas completas de revisión y Christopher ya volvió a su trabajo la diferencia es que no podía calmar los temblores de su cuerpo cuando miraba a escondidas a su hermosa esposa.

Porque sí, Christopher Morgan ya veía. Laurens Caistar como su esposa.

Él no deseaba dar sospecha, pero cuando la vio, no pudo esconder su sonrisa.

Empezó por tratarla bien y emprender su plan, por él momento se acercaba y hablaban poco, debido a la timidez de Laurens.

La paciencia es algo que no va de la mano con Christopher. Tenía muchas ganas de agarrarla y comerle la boca como merece, a pesar que todo eso lo imagino estando en coma, para el Laurens es su mujer y madre de sus hijos.

En este momento él coronel se  encontraba viéndola como ella traía su whisky,  ese sonrojo en sus mejillas lo hizo sonreír.

—Laurens.—Ella salta y lo observa con timidez.

—s-si..señor?

—¿Qué harás esta noche?

—Am-m..eee

—Vamos a una cita.

Ella se ahoga con su propia saliva haciendo sonreír a Christopher por su reacción.

—¿Me-e lo esta diciendo-o a mi?

—Sí, ne.. Laurens.

—Esta-a bien..

—Cuando finalices ese expediente, Tyler te esperara afuera para darte un regalo.

Laurens se encuentra con la boca abierta, dejando que Christopher suelte una pequeña carcajada al verla.

—¿Estás bien?

—Si-i!

—Bueno, te espero esta noche.

—Entonces-s yo..me

—Espera. —Él se levanta ya impaciente, al menos puede probar un poco sus labios. Ya frente a ella posa su mano en su mejilla, logrando que su propio cuerpo se exalte al reconocer el toque, al reconocer su familiaridad. Christopher se inclina rosando sus labios con los dulces labios de la peliroja temblorosa. Ella está confundía y aturdida, no puede controlarse, no entiende porque se siente así.

—yo-o..

—Joder, nena. —Al diablo. Se repite Christopher, sus labios se apropian de los de Laurens, él suelta un suspiro de satisfacción al sentir que ella tiene el mismo sabor tal cual imagino. La besa con demanda y vehemencia había mandado al demonio la paciencia.

Necesita de ella.

Necesita de sus besos.

Necesita de sus toques.

Necesita follarla.

Necesita a su esposa.

Necesita a sus hijos

Necesita su final feliz.

En cambio Laurens se derrite por los labios que reclaman los suyos, eran calientes y la hacían sentir estar en el cielo como en el infierno. Trataba de seguir el beso pero le era imposible seguirle el paso al coronel, era tan apasionado que en las comisuras de sus labios un hilo de saliva adorna.

Christopher se alejo de sus labios aunque no era lo que quería, pero necesitaba hacer la pregunta. No duda en unir su frente junto a la hermosa mujer y decirle.

—Dime que sí

—¿Qué..?

—Sólo a lo que vendrá.

—Si-i..

La pelirroja no sabia que hacer o a que le decia una respuesta acertiva pero algo le decía que dijera si a todo lo que el ojigris le pidiera, no sabe lo que vendrá pero se va arriesgar, creyendo que las imágenes de su loco sueño donde la pelirroja besaba a alguien esperaba que ese hombre llegara, quizás ya llegó.

Ambos se van a arriesgar

Christopher a buscar cumplir su historia anhelada

Y

Laurens a ser feliz.