Severus En Apuros

Parte 5

Después del encuentro con Lucius, Severus se replanteó muchas cosas. No era de muchas palabras, prefería evitar situaciones emocionalmente vulnerables. Aún así, pese a que se arrepentía de las cosas que lo alejaron de Lily, todavía apreciaba a Lucius. Probablemente tendría un hijo mimado, justo el tipo de niño que Severus quería evitar que se volviera Harry, pero... Quizá tomar un par de consejos no estaría mal...

Lily habría amado mucho a ese niño... Aunque su apariencia y las cosas que heredó del padre...

Despejó su mente, comenzando a ponerse de mal humor ante el amargo recuerdo de James Potter, de su adolescencia mientras esperaban mutuamente a que el otro estuviera distraído para hechizar al otro y humillarlo. Nada fué más tan degradante en su vida como ser alzado desnudo y que la mitad del colegio viera su ropa interior, ¿Por qué debía ser amable con su hijo su su misión sólo era proteger lo que dejó Lily?

Intercambió las pociones por el dinero muggle que necesitaba para pagar la colegiatura del niño a su cuidado. Podría simplemente dejarlo en casa y no molestarse en enviarlo a la escuela hasta que fuera a Hogwarts o simplemente educarlo en casa, pero todavía se tomaba la molestia en pagarle la escuela y ayudarlo en la residencia. Sin embargo, esperaba que al menos en la escuela consiguiera algo del cariño que él no se atrevería a darle, quererlo como un padre haría le era imposible. La squib era amable, aunque sólo pasaba algunas horas a la semana cuidando a Harry, parecía ser un pequeño amable, entonces esperaba tuviera mejor suerte que él encontrando un círculo social.

Sería fácil que encontrara "amigos" entre magos, nada más estaba el detalle de que su escuchaban su nombre pronto Potter sabría de su fama. Entre más lo atrasara, evitaría que la fama se le subiera a la cabeza.

Regresó a la tienda donde Harry estuvo la última vez que lo vió, rodando los ojos al darse cuenta que no estaba afuera. No sería la primera vez que entrara o se pusiera a explorar alrededor de la calle. Adentro no lo encontró y entonces revisó en los otros lugares cercanos, sintiendo un inusual frío penetrando en sus entrañas. Se abrigaba poco porque le afectaba poco el frío, pero esa vez era como si una montaña de nieve le hubiera caída encima.

Harry no estaba cerca. No sabía dónde se encontraba.

“Recuerda lo que te dije: los niños son impredecibles e intenta no quitarles la vista de encima”, la voz de Lucius resonó en su mente mientras Severus respiró profundamente. Colocó sus manos sobre la cabeza, intentando reflexionar dónde podría estar...

No le mencionó ningún sitio, ¿Cierto? No, él sólo le preguntó a cuál de sus padres se refería y le mencionó galletas, ¿Habrá ido a...? No, no, acababa de comer una bolsa de ellas. ¿Alguien se habría dado cuenta de quién era y se lo llevaron?

Su corazón dió un vuelco y miró alrededor, esperando hallar algún rastro de sospecha entre los magos y brujas caminando entre la escarcha que dejaba el invierno. Severus miró a todos a los ojos, en busca de alguna información en su mente que fuera útil, mientras seguía reflexionando sobre los hechos en torno a Harry... Un árbol... Él dibujó unos árboles de navidad y le preguntó cuál prefería...

Nunca habían puesto un árbol de navidad, ¿Era su forma de darle a entender que quería uno? Después de todo, seguramente tendría compañeros presumiendo cómo colocaban con sus familias esas ramas verdes llenas innecesariamente de coloridos adornos.

"Los niños son impredecibles", volvió a recordar la frase de Lucius y recorrió rápidamente una calle y otra, en busca de una con árboles de navidad. Los magos no tenían árboles artificiales, todos eran naturales y hechizados para que se mantuvieran en buen estado por mucho tiempo. Era un hechizo difícil de realizar, así que no todos colocaban uno.