¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝕯𝖊𝖆𝖗 𝕷𝖚𝖈𝖊𝖗𝖞𝖘 𝙷𝚘𝚞𝚜𝚎 𝚘𝚏 𝚝𝚑𝚎 𝚍𝚛𝚊𝚐𝚘𝚗
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una de las cosas favoritas de Daenys era visitar a su padre, el rey, en sus aposentos. Desde que había cumplido los trece años fue muy notable para ella darse cuenta de la ausencia de Viserys en las cenas y en los paseos.
Su hermano Aemond solía regañarla en varias ocasiones diciendo que su padre no los amaba y no tenía chiste que ella se preocupará por él.
Pero incluso Otto Higthower sabía que el viejo rey les tenía cariño a sus dos pequeñas princesas. Helaena que recientemente se había convertido en madre y Daenys que estaba prometida a Lucerys.
La niña de cabellos platinados tarareaba una linda melodía caminando entre los pasillos mientras un guardia iba cuidándola con una bandeja entre sus manos.
Un grupo de guardias pasaron a su lado corriendo deprisa y casi tirando al hombre que traía la bandeja.
- ¡Cuidado, tontos! ¡Es el almuerzo de mi padre! - Exclamó la niña causando que algunos se detuvieran y le pidieran disculpas - Y tú cuida esa bandeja con tu vida, le guarde a mi papá una tarta de cereza - Sonrió dulcemente volviendo a su camino.
Viserys no era tan bueno disimulando su fastidio cuando los guardias lo solían interrumpir durante la lectura de un libro o armando su maqueta. Pero cuando escuchó los títulos de la princesa Daenys que traía la comida su expresión facial se relajó.
- Entra, mi pequeña princesa - Murmuró el hombre con suavidad escuchando la voz aguda de su hija atrás de la puerta.
La niña entró en la habitación con una sonrisa amplia en sus labios mientras el guardia la seguía con la bandeja de comida.
- ¡Papá! - Exclamó la niña corriendo a la orilla de la cama saltando un poco para darle un beso en la mejilla al mayor - Te traje tarta de cereza, aunque mamá me regaño y dijo que no te molestará -
