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🪩🍒🏎️✨
ᯓ★𝓞𝓭𝓮𝓵𝓲𝓪𝓱'𝓼 𝓹𝓸𝓿ᯓ★
Al poner un pie en el circuito, la atmósfera cargada de expectación me rodeaba, pero era el box de McLaren lo que me distraía. Sabía que debía concentrarme en lo mío, no en Oscar ni en sus palabras de esta mañana, pero era como si su presencia invisible se anclara a mis pensamientos. El "beso salvaje" que había mencionado... Me ardía la curiosidad. ¿Y si era cierto? Ese mordisco, la marca apenas perceptible que aún llevaba, coincidía demasiado bien con su relato. La duda me carcomía y, a la vez, me generaba un torbellino de emociones que no lograba descifrar del todo.
—Odeliah, ¿escuchaste lo que haremos hoy? —La voz de Yuki me trajo de regreso al presente, sacándome de mi ensimismamiento. Él parecía inmensamente animado, como si estuviera a punto de compartir la mejor noticia de la semana.
Lo miré, dándole una sonrisa forzada, queriendo, sin embargo, dejar a Oscar en el fondo de mi mente.
—¿Qué haremos, niño sushi? —respondí, con un deje burlón, alzando una ceja.
Él me devolvió una sonrisa traviesa. —No me digas sushi, niña vodka y sudor de oso.
Rodé los ojos y solté una risa suave, relajándome un poco gracias a la típica tontería de Yuki.
—Touché. Pero en serio, ¿qué haremos?
—Primero, vamos a conducir autos monstruo con Red Bull —dijo, enfatizando cada palabra como si se tratara de la mayor aventura de nuestras vidas—. Y luego, ¡Twister! Con McLaren.
—¿Twister? —Lo miré con los ojos entrecerrados, sintiendo que no había escuchado bien.
Él asintió, con una expresión de satisfacción.
—Sí, Twister. Al parecer, como tú y Oscar "se odian" —hizo comillas en el aire—, Red Bull pensó que sería una excelente idea grabarles en un ambiente divertido. McLaren solicitó que lo hagan contigo y así le bajen un poco el tono a la polémica.
Llevé una mano a mi sien, cerrando los ojos con una mezcla de resignación y molestia. Atrapada. Al final, el trabajo era el trabajo, y ahora tenía más ojos puestos en mí de lo que habría imaginado. Pero la idea de un juego tan cercano y físico con Oscar... después de la conversación de esta mañana, se me hacía un mal chiste del destino.
—Entonces, déjame adivinar. ¿Esto va a ser una tarde de "momentos cómicos para redes sociales" y "reconciliación pública"? —dije con sarcasmo, cruzándome de brazos y dejándole claro a Yuki que el entusiasmo no era compartido.
—Suena divertido, ¿no? —respondió él, encogiéndose de hombros mientras sonreía con malicia—. Además, es Oscar, tu queridísimo canguro andante. ¿Qué podría salir mal?