Me pidió, bueno más bien me ordenó, que le pusiera el culo en la cara. Evidentemente yo obedecí, no iba a oponerme a tal obsequio. Tumbado él, le puse mis nalgas en la boca, y Tadeo no tardó nada en meterme la lengua hasta el fondo. Con sus dientes daba mordisquitos en la piel, yo sentía esos pequeños pinchazos, los cuales no me molestaron.
Lo que más morbo me daba era que yo era suyo, en ese instante él tenía el control sobre mis sensaciones y mi cuerpo; y él lo estaba aprovechando al máximo. Me senté, eso no impidió que él siguiera su exploración anal. Puso sus grandes manos sobre mi pecho, con sus suaves yemas empezó a tocar y a jugar con mis pezones. Al principio me pareció raro, ya que nunca lo había leído ni lo había visto en películas para adultos, pero igualmente me dejé llevar por la pasión y la calentura del momento.
Y menos mal que abandoné mis temores, porque sus manos en mis tetas fueron las causantes de que entrase al paraíso de inmediato. "M-me corro", declaré un par de minutos más tarde. Parecía que él no quería terminar ahí, pues en un rápido movimiento me tumbó sobre la colcha.
Metió mi polla en su boca, mamandola torpemente y con lamidas veloces. Aún así, estos movimientos me hacía querer gritar del placer. No me podía creer que estuviese en la cama de vecino y con él chupándomela.
En un momento dado el chico iba a llegar al clímax (su respiración le delataba), por lo que cambiamos de posición. Me puso su rabo en la cara y yo lo introduje en mi boca sin perder ni un segundo. Y así fue como acabé haciendo mi primer 69. Nos corrimos casi a la vez, cuando terminamos nos besamos, llenando nuestras bocas de lefa. Pensé que Tadeo iba a escupir el semen, sin embargo se lo tragó, tal y como hice yo.
Me ofreció ducharme en su casa, aunque me daba morbo que él me enjabonase, pensé que su padre ya iba a empezar a sospechar si escuchaba el agua. Decidí que era mejor dejarlo para otro día, a él le pareció bien cuando se lo dije. Esa noche tuve que hacerme una paja en mi cama, pero no estaba del solo. En mi mano derecha tenía los calzoncillos sucios de Tadeo.
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Llamas
RomanceUn encuentro mal planificado con Tadeo provocó que pasásemos de vecinos a algo más que eso.