"¿Es demasiado tarde para alcanzarte?"
Katsuki se ha acostumbrado a vivir en la sombra, dónde el calor de Izuku apenas y roza su piel.
¿Cómo poder sentir la calidez estando tan lejos del Sol?
A pesar de haber logrado ser todo lo que un día soñó, des...
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Había intentado mantener un contacto constante con ese peliverde, sin embargo, Izuku le contestaba con bastante intermitencia.
No lo culpaba, ese idiota debería de estar muy ocupado, entre el papeleo necesario de su retiro temporal cómo héroe y los trámites de la salud de su madre, probablemente no tenía mucho tiempo para contestarle. Aún así, Katsuki siempre se encontraba atento a su chat. No pudo pasar por desapercibido un detalle; el último mensaje que había intercambiado con el pecoso había sido hace ya 4 meses -sin contar los nuevos-.
Era algo extraño reconocer cuán fuera de contacto se habían mantenido durante tanto tiempo, al menos en este momento, era raro para Katsuki pensar en que en realidad, no sabía casi nada de la vida del peliverde.
“¿Y se supone que competiríamos por el resto de nuestras vidas?”
Suelta un ligero bufido ante ese pensamiento y termina por cerrar el casillero en dónde guardaba sus pertenencias en la agencia. Hoy le tocaba una ligera rutina de patrullaje, y aunque actualmente era considerado un pro héroe de clase “élite” aún así seguía ejerciendo esos trabajos simples. Si algo le había instaurado en su pensamiento la pasantía con Endeavour en su momento, era que sin importar tu rango, un buen héroe demuestra presencia, da seguridad y protege todo lo que es capaz de proteger.
Levanta un poco su antifaz, despejando su frente y saca su celular de su bolsillo trasero del traje. Se había vuelto un especie de hábito revisar el chat con Izuku cada vez que tenía la oportunidad.
¿Estaba preocupado por eso? Le importaba una mierda.
— ¡Hey, bro!
Una familiar y enérgica voz lo saca de sus pensamientos, sabía de quién se trataba, sólo alcanza a soltar un suspiro cansado antes de recibir un medio abrazo por su hombro, un toque que dura apenas unos instantes a forma de saludo. Al voltearse se encuentra con esa sonrisa filosa y cabello excesivamente rojo.
— Creo que deberías dejar de abusar del tinte, tienes el cabello tieso. Con razón te queda tan bien el “Pelos de mierda”.
— Tan encantador cómo siempre.
El pelirrojo lejos de molestarse por los comentarios de su amigo, suelta una leve carcajada mientras niega con su cabeza y cruza sus brazos por sobre su pecho, definitivamente Katsuki jamás cambiaría su actitud sagaz.
Al pasar los años, la relación entre ellos se había vuelto más fuerte, llegando a actuar cómo hermanos. Katsuki podría confiarle su vida a ese pelirrojo de dientes afilados, aunque nunca lo diría en voz alta, ambos lo sabían.
