✧【La tarde huele a naranja】✧

sin título

Anoche soñé contigo.

En un espacio nublado que se parecía a tu habitación,
éramos más cercanos de lo que hemos sido siempre.

Recuerdo la calidez y tus pestañas,
la luz de la luna apoderándose de mis
pulmones mientras tu sonrisa se volvía parte de mí,
y la manera en la que no pude resistirme a ti porque
no parabas de esparcir estrellas en mi pecho.

Quiero devorarte
y ser devorado por ti.

Quiero decirte tantas cosas que van
más allá de echarte de menos,
como que veo a dios en tus ojos
cada vez que la luz se cuela por la ventana o
que en todos mis recuerdos no paraba de
decirte que te amo.

Quiero consumirlo todo,
incluso el dióxido de carbono que exhalas
y las palabras que decides tragarte.
Quiero comerme el dios que vive en tus pupilas,
(que me devuelve la mirada cada vez que te miro),
y preguntarle todo lo que sabe sobre ti
que yo desconozco.

Quiero yacer a tu lado para siempre y
sostener tu mano
en tu habitación nublada
hasta que mi garganta no resista más estrellas
y mis pulmones se hayan tragado todo
tu perfume con olor a cielo.

Yo,
(el ser vivo más afortunado que existe
cada vez que tus ojos eligen mirarme)
te seguiré como un perro perdido,
poseído por mi amor y devoción hacia ti.

Debes quedarte a mi lado.

Al igual que aquel día,
anoche sentí cómo desaparecías en el sol
que se coló por mi ventana y me besó las mejillas
antes de que abriera los ojos.
Y lo odié, porque supe que en mis sueños
tampoco estaríamos juntos por siempre.

El fantasma de tu toque
siguió bailando en mis labios
y mis intestinos estaba llenos
de estrellas.

Esta mañana, deseé no haber despertado.