El huracán [1]

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Yuma creyó ver un fantasma dos semanas después de la tormenta, en un día de verano.

No podía soportar ver el dolor asomarse en los ojos de su madre, así que huyó de casa por un día completo.

Entonces lo encontró a él, aunque se podría decir que se encontraron el uno al otro en la colina. Los dos estaban descalzos y ninguno de los dos sabía nada del otro, pero él lo miró como si lo supiera todo.

Yuma se horrorizó, porque sus ojos eran del mismo color que el sol y se supone que el sol es algo que no se debe mirar fijo por tanto tiempo. Alguien con unos ojos de ese color no puede ser digno de confianza.

—¿Quién eres?

Yuma no supo qué decirle. No estaba preparado para nada, así que no habló.

Tuvo la sensación de que, si hablaba, el fantasma vería a través de él y lo sabría todo. Por eso huyó de la colina sin decirle nada y corrió pisando el césped que crujía húmedo bajo sus pies.

Ese verano, dos semanas después de la tormenta que le quitó la vida a su padre, fue la primera vez que Yuma se enamoró.

✧【La tarde huele a naranja】✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora