𝑻𝒉𝒓𝒆𝒂𝒅𝒔 𝒐𝒇 𝒇𝒂𝒕𝒆 - 𝒉𝒘.𝒉𝒋 ,, 𝒌𝒎.𝒔𝒎

✧⁠ 𝟔 *⁠。

SeungMin observaba cómo la fila avanzaba lentamente mientras las luces del estadio comenzaban a encenderse a lo lejos. A su lado, Minho y Christopher disfrutaban de la atención que sus trajes les estaban dando, el resultado era impresionante. Cada detalle estaba en su lugar, y los elogios no paraban de llegarles de cada esquina.

— ¡Increíble look! — gritaba alguien desde más atrás.

— ¡Son ustedes la pareja de "Me!", amo! — añadió otra voz con entusiasmo.

Los comentarios hacían sonreír a Christopher y a Minho, que no paraban de intercambiar miradas cómplices y gestos de complicidad. Sin embargo, SeungMin apenas lograba concentrarse en el alboroto. Cada par de minutos, alzaba la vista y buscaba entre la multitud, sintiendo cómo su pecho se llenaba de una mezcla de nervios y esperanza.

Ese chico. Aquel que, hacía un año, había visto en otro concierto. El que había capturado su atención con una sola mirada, lo suficiente como para ocupar sus pensamientos desde entonces. El recuerdo de ese encuentro fugaz había crecido en su mente, volviéndose una especie de constante fantasía. Y ahora, con suerte, tendría la oportunidad de volver a verlo.

— ¿Sigues pensando en eso? — preguntó Minho de repente, notando la ansiedad de SeungMin.

SeungMin sonrió, como queriendo restarle importancia, pero sus ojos volvieron a desviarse a la multitud.

— Es solo que... no puedo dejar de pensar en lo que pasó aquella vez — admitió en voz baja— Ni siquiera sé si estará aquí hoy, o si aún me recordará.

Christopher le dio una palmadita en el hombro, dedicándole una sonrisa tranquilizadora.

— Si el destino quiso que lo encontraras una vez, quizá esta noche tengas otra oportunidad — le animó— Además, ¡mira tu outfit! —bromeó, guiñándole un ojo.— No va a pasar desapercibido.

SeungMin miró a sus amigos y, a pesar de los nervios, se dejó contagiar por su entusiasmo. Esta noche, con suerte, la historia entre él y ese chico misterioso podría tomar un nuevo rumbo. Mientras tanto, solo esperaría a poder entrar al recinto.

HyunJin y Félix habían llegado temprano al estadio, asegurándose un lugar privilegiado en la fila. Los primeros rayos de luz apenas comenzaban a iluminar el horizonte, y ya la energía alrededor era electrizante. Las chicas se acercaban a Félix de inmediato, riendo y coqueteando mientras intercambiaban pulseras de amistad. Era casi imposible no notar cómo las pequeñas pulseras de colores pasaban de una mano a otra, un ritual que fortalecía la camaradería y la emoción del momento.

—¡Vamos, guapo! — dijo una de las chicas alzando su muñeca llena de pulseras brillantes—  ¡Intercambiemos!

HyunJin negó con una sonrisa tímida, levantando la muñeca donde lucía la única pulsera que llevaba: una fina banda con el nombre "Willow" grabado en un delicado tono dorado. De por si ya estába molesto porque su cachorro había roto la que él había hecho con sus propias manos, y ante el miedo de volver a tener un accidente xomo esos, no dudo en comprar una y mandarla a grabar. Por suerte, había sido un proceso rápido, aunque un poco caro.

—Lo siento, solo tengo esta —respondió suavemente— Y no la voy a intercambiar.

Félix lo miró de reojo, conteniendo una sonrisa, y se inclinó hacia él.

—Estás siendo un poco dramático, ¿no crees? —susurró en broma, aunque en su tono había un dejo de ternura.

HyunJin lo ignoró, sus pensamientos ya concentrados en lo que pasaría al cruzar las puertas. Cuando por fin dejaron la fila y lograron entrar, ambos buscaron un lugar desde donde tuvieran una vista perfecta del escenario, pero también de la entrada. HyunJin no quería perder de vista la puerta, y sus ojos se desviaban constantemente hacia allí, como si cada figura que cruzaba pudiera ser él.