𝑻𝒉𝒓𝒆𝒂𝒅𝒔 𝒐𝒇 𝒇𝒂𝒕𝒆 - 𝒉𝒘.𝒉𝒋 ,, 𝒌𝒎.𝒔𝒎

𝑬𝒙𝒕𝒓𝒂

SeungMin se sentó en el pequeño lugar cubierto por el sause, dejando que la luz suave del atardecer iluminara sus pensamientos. Con una mano acarició su vientre, sintiendo la pequeña vida que crecía dentro de él, mientras con la otra tomaba una pluma. Miró hacia el horizonte, pensando en HyunJin, en su amor, en la vida que habían construido juntos. Sus dedos comenzaron a moverse lentamente sobre el papel, buscando las palabras que pudieran expresar todo lo que su corazón sentía.

En la parte externa del papel, escribió con su mejor letra “Con todo mi amor, para mi adorado alfa, HyunJin.” Antes de girar la hoja y comenzar a escribir.

Mi querido HyunJin:

Hoy, mientras las hojas bailaban al ritmo de la brisa suave y las luces del atardecer comenzaban a acariciar nuestra casa, me encontré pensando en ti, como siempre. Y aunque tus brazos son el hogar al que siempre regreso, quise escribirte, quizás como un recordatorio, de lo que eres para mí y de todo lo que representas en mi vida.

Eres el alfa de nuestra manada, el faro de luz que guía mi camino. No solo porque me haces sentir seguro y amado cada día, sino porque, desde el momento en que te vi, supe que mi corazón nunca buscaría a nadie más. Fui bendecido cuando te encontré, y aún más cuando me convertí en tu esposo.

Hoy, mis manos acarician mi vientre, lleno de la vida que crece dentro de mí, y con cada pequeño movimiento, siento como si el universo me susurrara lo agradecido que soy por todo lo que hemos vivido juntos. Aunque aún no hemos confirmado el sexo del bebé, ya decidí que su nombre será Jeongin. Siento en lo más profundo de mi ser que será un niño, y no me importa si las demás omegas objetan que será una niña, porque mi corazón me lo ha dicho desde el principio, él será tu fiel sucesor en unos largos años.

Gracias, mi amor. Gracias por ser mi compañero, mi protector, el que siempre está a mi lado, no solo en los momentos de calma, sino también en las tormentas. Gracias por cada sonrisa, por cada gesto de cariño y por todas las promesas que hemos hecho, que continúan siendo la base de nuestra vida juntos. Te prometo que te amaré, no solo en esta vida, sino en todas las que nos queden. En cada una de esas vidas, te encontraré y viviré a tu lado una historia de amor aún más hermosa que la que tenemos ahora.

Cuando pienso en nosotros, pienso en todo lo que hemos construido, pero sobre todo, en lo que aún está por venir. En cada día que paso contigo, en cada risa compartida, en cada noche bajo las estrellas y el sauce, sé que la eternidad no sería suficiente para abarcar todo el amor que siento por ti. Y aún así, no me importa, porque te elegiría, una y otra vez, incluso en otras vidas, bajo otro cielo, en otro lugar. Estoy convencido de que nuestra historia no termina aquí, y que nos encontraremos una y otra vez para seguir creciendo, amándonos y siendo tan felices como  siempre soñamos. Por favor, Hyunjin, ámame tan profundamente como yo te amo a ti. Búscame y piensame en cada vida nueva, yo me aseguraré de crear una profunda conexión entre ambos, para que logres reconocerme en cada una.

Te amo más de lo que las palabras pueden expresar, y aunque ya haya dicho esto mil veces, nunca será suficiente. Eres mi todo, y más.

De tu esposo, tu alma gemela, tu compañero eterno. Siempre tuyo, Hwang SeungMin.

Puso la pluma detrás de su oreja y leyó una vez más la carta, asegurándose de que cada palabra fuera sincera, cada frase reflejara lo que realmente sentía. Sintió una paz inmensa, como si todo estuviera en su lugar. Cerró el sobre con delicadeza, metiendo la carta dentro y sellándola con un toque suave.

Con una leve sonrisa, se levantó de la silla, guardando la carta en su bolsillo. Salió del pequeño rincón que había hecho suyo, su casa se veía a lo lejos. Caminó lentamente hacia su hogar, sintiendo cómo el viento acariciaba su rostro, mientras la promesa de un futuro juntos lo envolvía. Cada paso que daba hacia la casa le recordaba lo afortunado que era por tener a su lado al hombre que amaba, su familia, y todo lo que estaban construyendo juntos.

Al llegar a la puerta, dio un pequeño suspiro antes de abrirla, seguro de que esta carta sería solo una más de las muchas historias que escribirían en su vida compartida.