Abrí los ojos esa...

43 3 0
                                    

Abrí los ojos esa mañana, sin esperar que ocurriera algo distinto a lo que pasa todas las mañanas.

Algo había cambiado: hasta ese momento no había notado que siempre al momento de despertar, mi mente esta en blanco. Bueno, quizá no en blanco; generalmente los últimos restos del sueño de la noche anterior se me escurren en la memoria mientras me voy percatando de la realidad. Nada importante.
Pero esa mañana había un intruso en mi memoria. Algo que era más espeso que un sueño, algo que se negaba a desaparecer.

Era un recuerdo.
De algo bello.

No se cuanto permanecí meditando sobre aquel peculiar recuerdo, pero en un momento me dieron ganas de atraparlo. Iba a atraparlo en un bastidor, para que quede plasmado ahí. La gente lo vea, y quizás diga: "¡Que lindo fragmento de imaginación!", "¡Que bella perspectiva de un sueño!". ¡Aunque no fuera nada de eso! ¡pero no importaba, sabia que podía crear algo hermoso con aquel recuerdo!

Euforico, fui a buscar mis pinturas para dedicarme a aquella actividad, la mía.

Elegí un lienzo muy grande, pues grande era la hermosura de aquello que esperaba nacer de la punta de aquel pincel.
Comencé a pintar sus ojos, su nariz y luego su boca, su cabello, su mentón, el rubor de sus mejillas, su cuello. En un momento creí hacerle cosquillas con una pincelada; se rió y comenzó a mirarme.
La miré a los ojos y le sonreí. No muy seguro de la razón por la cual estaba tan contenta.
Pinte sus brazos, ella se estiraba. Como desperezándose.

La mitad de su cuerpo aún era un boceto en grafito.
Me acerqué a la tela para delinear su cintura, dándole color suavemente.
Volví a mirarla, ella cerraba fuertemente los ojos reprimiendo una carcajada, entonces me detuve y di dos pasos atrás para observar su progreso... se veía graciosa con sus piernas de boceto, sin terminar.
No pude evitar reirme

Tentada, me miró divertida.

En sus ojos descubrí de pronto una mirada, que me desafiaba a continuar, y una sonrisa que me impacientaba.

Para lograr la perfección de aquella pintura debía ahondar en la esencia de aquel momento pasado. Recordar cada detalle, cada sentimiento.
Debía sumergirme en la nostalgia y no perder un detalle.
De aquella epoca hermosa.

Recorde mucho. La pinte de a poco. La radio sonaba con aquella cancion, el sol empezaba a iluminar el cuarto.

Y de repente; estaba terminada.

Me sentí un poco triste de que fuera un recuerdo. Pero ella parecía rebosante de felicidad.
Al ver mi expresión, me miro desde aquel momento tan perfecto, y ladeo su cabeza desconcertada.

Y me hizo una pregunta:

¿Por que se ensombrece tu mirada, al contemplar un recuerdo tan feliz? ¡Recuerda que fui real!, ¡y esto está ocurriendo en algun lugar de tu pasado!

...................Sonríe!

................................Recuerdame...

NogueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora