Nogue

Historias en el susurro del viento

Me tomé de un saque un vaso de absenta con agua, y cuando la empecé a flashear el tipo del bar se estaba riendo. Se reía de mi el maldito, de repente se acercó y me dijo:

- Ahí atras hay una que le está mirando.. parece que es uno de esos recuerdos que lo siguen a uno incluso cuando bebe para olvidar.

Sonreí de mala gana y conteste:

-No pude perderle el rastro, y no es que no quisiera...pero como usted puede notar: los corazones de mi remera se rompieron todos.

Me miro seriamente de arriba abajo. Su expresión cambió a una incomoda versión vintage de un escanner con ojos, que me hacía pensar que tenía rayos x

- No me mienta, usted no quiere olvidar.

- Mmm, no. Puede ser que no- dije.

- ¿Y entonces por qué se hace la víctima? ¡disfrutelo! está ahí, al alcance de su mano!, solo tiene que voltear, sonreír y del resto se encarga el destino.

- Ahá -le respondí- Está al alcance de mi mano, pero no de mi corazón: por eso bebo para olvidar.

Se quedó pensativo un rato y volvió en silencio a su trabajo. Después de atender a la hermosa mujer a mi lado regreso y dijo como si hubiera sido algo que meditó demasiado:

-Creo que sé que podría llegar a convenirle señor.

-Soy todo oídos.

-No huya de sus recuerdos, invitele un trago, es más ¿sabe qué? la casa invita (pero no se lo diga) va a ver como la vida se desvía de su actual camino. Vamos, intentelo y veamos que pasa

Miré asombrado a ese pulpo tan elocuente, sorprendido en parte por la audacia de sus ocurrencias. Volteé y la vi de inmediato, ella me miraba.

Sentí el roce de su hombro, y el perfume de su cuello.
Se sentó demasiado cerca, me miro desafiante y se tomo un whisky doble de dos tragos. Me admiré.

-Tanto tiempo -le dije casi en un susurro- casi 20 años.

-Nunca es demasiado el tiempo. No me vas a perder, si tu mismo me atas.

-¿Qué se supone que haga? -pregunté, siendo que creía conocer la respuesta.

-Primero: decile a ese pulpo roñoso que deje de mirarme como si yo fuera más rara que él -ante este último comentario, hecho en voz alta, el cantinero se fue al otro extremo de la barra con aire ofendido- segundo: salgamos de este infierno. Disfrazar el deseo de recordar, con un fútil intento de olvidar todo autodestruyendose, es algo que ya no convence a nadie

-Y tercero -salté yo- ya no entiendo más nada.

Ella soltó una carcajada que me hizo sonreír: había olvidado lo hermosa que era su risa.

Tomó mi mano y salimos, al acercarme a la puerta el cantinero me guiño un ojo.
soplaba un viento helado que me congeló la cara. Ella, con su piel tan palida, parecía no sentir el frío.

Su rostro de mármol brillaba con los reflejos de la luna: enmarcado con sus negros cabellos, era un escenario de extraños pensamientos.

-¿Y ahora?

-Ahora subimos a mi auto y nos vamos.

-¿A dónde me quieres llevar?

-Voy a matarte, para que dejes de atarme a tu
memoria, y así poder librarme de ti de una vez por todas.

-Quieres librarte de mí

-Quiero que no me recuerdes: en tanto tu me recuerdes, yo te recordaré. Y tu no eres tú, eres mi recuerdo de ti.

-No, tu eres mi recuerdo

-¿Acaso no entiendes? estamos atados en memoria: en la Historia Universal se han escrito capitulos y capitulos de cosas que pasamos juntos. Parece que al Escritor (si es que realmente hay uno) le gustamos demasiado como pareja, y aún conserva el borrador de esa historia....

-¿El original se extinguió acaso, con nuestra separación? En tal caso prendamos fuego ese voceto.

-Si, hagamoslo, si "acaso" quieres terminar con esta ridicula existencia.

-¿Cómo?

-Debo asesinarte de mis recuerdos, luego sera tu turno de asesinarme.

Al principio no entendí bien el concepto. La palabra asesinar me desperto un alerta que me puso en guardia. Al cabo de un momento de reflexion dije finalmente:

-De acuerdo, ¿puedo decirte unas palabras? antes de... bueno; eso.

- A ver...

-Fuiste lo mejor de mi propia Historia Universal

Su mirada se ablandó. Y sus ojos se llenaron de una nostalgia que denotaba un gran vacío escondido. Me miro con ternura y dolor.

-Tu también... -acarició mi mejilla con su mano tibia- fue una lastima lo del accidente.

Eso último trajo un relampago a mi memoria.

-Morí, y tu estas en coma.

Nos miramos, y el silencio se prolongó entre nosotros.

-Lo habia olvidado -dije- estoy muerto, ¿qué es todo esto? ¿mi propia versión de la Historia? ¿mi mente?

-Es el limbo, nunca te fuiste de mi lado, y por eso no puedo escapar de tu sueño: porque estoy viva.

-Me cuesta entender

-Creo que debo matarte en tu sueño, para que el alma de tu alma vaya a mi propia mente, donde intentaras matarme. Al hacerlo despertare del coma y podre morir para reunirme contigo algun dia.

-¿Tengo más de un alma? ¿Cómo es eso de tener un alma dentro de otra?

-No, claro que no, son puras metaforas de tu cerebro retorcido. ¡Vamos! hagamoslo de una vez. 20 años trate de contactarme contigo y es la primera vez que pusiste tu parte para hacer posible esta conexion

Tomo mis manos y me miró a los ojos

-Estoy impaciente por volver, por librarme de esta mentira. Ya no soy como tu, pero algun dia lo seré. ¿me esperarás?

-Supongo que sí. Creo que es mejor esto que estar atrapada en el sueño de un fantasma con amnesia.

Su rostro se transfiguró y mirandome con una tristeza y una furia exhorbitante llena de impaciencia, levantó su brazo y clavo un puñal en mi pecho.
Lo último que vi al cerrar mis ojos fue el brillo del acero con un reflejo de luna.
"¿Y el auto que?" fue mi último pensamiento absurdo de fantasma. "Creí que daríamos un último paseo al menos"
(...)

__fragmento: Historias en el susurro del Viento__