Rafe se tensó y noté cómo su mandíbula se apretaba. Su ego no era algo fácil de manejar, y no le gustaba que lo desafiara, mucho menos en público. Pero no podía seguir ignorando lo que sentía. Justo cuando iba a responderle, Sarah intervino, tal vez en un intento de romper la tensión.
-¡Vamos, chicos! No es el momento de discutir. Estamos aquí para disfrutar, ¿recuerdan? -dijo, sonriendo mientras se levantaba y sacudía la arena de su ropa.
Rafe soltó un suspiro frustrado, mirándome con una mezcla de enfado y confusión. No dije nada, solo asentí levemente y me aparté de él. Me dirigí hacia el borde de la playa, donde la brisa era más fuerte y podía pensar con claridad.
Miré al horizonte, donde las olas se rompían con un ritmo constante. JJ ya no estaba a la vista, pero su presencia seguía flotando en mi mente como una sombra. Cada vez que pensaba en él, sentía un cosquilleo de adrenalina. Era diferente a los demás; no seguía las reglas, no le importaba lo que pensaran de él, y quizás eso era lo que más me llamaba la atención.
-Oye, ¿estás bien? -Sarah se acercó y me ofreció una sonrisa reconfortante. Sabía que a veces podía ser frívola, pero en momentos como estos, demostraba que era una amiga de verdad.
-No lo sé, Sarah -suspiré-. Todo esto es demasiado complicado.
-¿Complicado por Rafe o por JJ? -preguntó, arqueando una ceja de manera traviesa.
No pude evitar reírme. Siempre era directa, sin rodeos.
-Supongo que ambos. Rafe me hace sentir atrapada, como si todo ya estuviera decidido. Pero JJ... hay algo en él que me hace sentir libre, como si pudiera ser yo misma sin preocuparme de nada.
-Pues, cariño, sabes que las decisiones importantes nunca son fáciles -respondió Sarah, mirándome con ojos comprensivos-. Pero si JJ te hace sentir así, tal vez deberías darle una oportunidad, al menos para ver si es algo real. O por lo menos darle un beso.
Negué con la cabeza miestras asentía lentamente, dándome cuenta de que no podía seguir ignorando lo que sentía. Observé mi teléfono, donde un nuevo aviso iluminó la pantalla: JJ Maybank ha comenzado a seguirte. Mi corazón dio un brinco y, sin pensarlo mucho, le di seguir de vuelta.
Sarah sonrió de oreja a oreja al ver mi acción.
-Esto va a ponerse interesante -murmuró.
Mientras el sol comenzaba a esconderse en el horizonte y las sombras alargadas cubrían la playa, sentí que algo nuevo estaba a punto de comenzar. Y aunque no sabía a dónde me llevaría, estaba lista para averiguarlo.
El eco de las risas de mis amigos y el murmullo de las olas me rodeaban, pero mi mente seguía atrapada en la notificación que acababa de aparecer. Seguir a JJ en Instagram no era solo un gesto, era una puerta abierta a lo desconocido, una invitación tácita a acercarnos.
Mientras miraba la pantalla, una nueva notificación apareció: Mensaje de JJ Maybank.
Mi corazón latió con fuerza al ver su nombre. Deslicé el dedo nerviosamente para abrirlo y leí el mensaje:
"Linda vista, ¿verdad? Aunque dudo que lo estés viendo solo por el paisaje."
Sentí cómo mis mejillas se encendían. Su comentario era despreocupado, un guiño a nuestra conexión en la playa, pero también dejaba claro que él había notado mi atención. Antes de que pudiera responder, Sarah, que aún estaba junto a mí, se inclinó sobre mi hombro.
-¿Es JJ? -preguntó, con una sonrisa conspiradora.
-¡Sarah! -dije, apartando el teléfono rápidamente. Pero ella ya lo había visto y se reía sin vergüenza.
-Ay, August. Te dije que esto iba a ser interesante. ¿Qué vas a hacer?
Lo pensé por un momento. Podía ignorarlo y fingir que no había sucedido, seguir con la seguridad que Rafe me ofrecía, o podía responder y ver a dónde me llevaba este torbellino que JJ había desencadenado.
Escribí rápidamente: "Depende de qué vista estemos hablando."
Sarah soltó un grito ahogado de emoción cuando vio mi respuesta, pero antes de que pudiera decir algo, Rafe se acercó por detrás.
-¿Qué están haciendo? -preguntó, con tono sospechoso. Sus ojos oscilaron entre Sarah y yo, deteniéndose un segundo demasiado en mi teléfono.
-Nada importante, solo hablando de qué hacer esta noche -respondió Sarah con rapidez, intentando disimular la tensión en el aire.
Rafe me observó con una mirada que decía que no se lo había tragado del todo, pero no insistió. En su lugar, deslizó un brazo alrededor de mi cintura y me susurró al oído tensandome:
-¿Te quedas conmigo esta noche?
La pregunta me hizo tragar saliva. Estaba cansada de las miradas celosas de Rafe y sus constantes intentos de controlar cada aspecto de nuestra relación. Sentí el peso de la presión en el pecho, pero cuando miré mi teléfono y vi que JJ había leído mi respuesta, la decisión se volvió más clara.
La mirada de Rafe hizo que dudara de la decisión, negué.-Hoy no, Rafe. Necesito tiempo para mí -dije con firmeza, apartándome de su abrazo.
Rafe me miró con una mezcla de sorpresa e incredulidad. Sarah observó la escena, claramente lista para intervenir si la situación escalaba. Por suerte, Rafe solo soltó un resoplido, visiblemente molesto, y se alejó sin decir más.
Miré a Sarah, que me lanzó un gesto de aprobación. Sentí una mezcla de miedo y libertad al mismo tiempo. No estaba segura de lo que seguiría, pero acababa de dar el primer paso hacia lo desconocido.
Mi teléfono vibró de nuevo. Otro mensaje de JJ.
"Entonces, ¿quieres verla más de cerca? Voy a surfear al atardecer. Podrías venir."
Miré hacia el horizonte, donde el sol se deslizaba lentamente hacia el mar, tiñendo el cielo con tonos de naranja y púrpura. No respondí, pero ya sabía la respuesta en mi corazón. Hoy, iba a seguir mi instinto.
Hello my mammals!!!!
Im soooo happy. Aqui otro capítulo más de este fanfic. Estoy muy emocionada por todo lo que viene para August.
Qué opinan de Rafe y sus actitudes? De JJ?
Escriban en los comentarios para que los lea, eso me haría muy feliz. De verdad quiero leer sus reacciones!!!
Gracias por las 86 vistas, los quierop. Sigan votando!
See youu, besitos.
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August /fanfic outer banks
RomanceSoy Augustine Armstrong, parte de la prominente familia Armstrong, y como tal, soy conocida como la "princesa kook". Mi vida parece perfecta a los ojos de todos, pero para mí, se siente más monótona que las coreografías de mi clase de gimnasia. No m...