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Los días del celo estaban llegando a su fin y ambos podían jurar que fué el mejor momento de sus vidas, hasta entonces.

"Mmg omega, que bien te siento"

*Aah... Mmg*

Emilio sostenía a Joaquín de la cintura, mientras el omega daba saltitos aferrado a la nuca con una mano, y apoyando la otra en el muslo del alfa.

Después de desayunar, terminaron quitándose la ropa en el living y el omega lo empujó al sillón para subírsele.

Temo estaba desinhibido por completo, y tenía a Aristóteles loco y cumpliendo cada capricho que pedía.

El ambiente estaba lleno de feromonas de ambos, sudando y mojando todo a su paso.

El alfa tomó la erección del omega para atenderla; y así una vez más llegaron a un orgasmo, que sólo abrió paso a otra ronda más.

Ultimo día y Temo recibía tanto amor, tantas caricias. Se recargaba en el pecho, de Aristóteles y dejaba que lo acaricie y deje pequeños besitos.

Sus dorados ojos transmitían tanto amor, tanta entrega. Los pequeños colmillos mordían juguetonamente el cuello y oreja de su alfa.

Los ojos rojos de Aristóteles, grababan cada parte de su omega en la retina. Los colmillos picaban, pero sabía que la espera lo valdría.

Volvieron a la ducha, dónde hubo toques sútiles, y todo hubiera terminado en una siesta si Joaquín, no apoyaba sus gluteos goteantes de lubricante sobre el falo de Emilio.

Con las manos en la cintura, el alfa lo empujó más hacía él, y lo envolvió en sus brazos, dejando que la erección se introdujera.

El vaivén estaba controlado por las manos del omega, que a ésta altura gemía, jadeaba y arqueaba su espalda para recibir más. Tomó su propia erección para temblar dejando salir tiras de semen.

El alfa se sintió apretado, y no paró de moverse, gruñendo y antes de soltar su esencia, salió del omega, para salpicar la ducha y los muslos de ambos.

Apesar del calor, la conciencia de Aristóteles, siempre le recordó los 'paquetitos' que Emilio le enseñó a usar.

Se venían los días de post calor y aunque no tendrían rondas de 5 horas seguidas, cada vez que Tem lo pidiera, Aristóteles le daría su amor.

Saliendo de la ducha, se fueron a la cama, ya sin ni siquiera taparse, recuperando un poco de energía sin notar que el sol, estaba yéndose.

Al despertar, Emilio limpió sus ojos y vió que entre sus piernas descansaba su omega. Lo corrió con calma, y lo tapó, para vestirse y bajar a preparar la comida.

Se vió al espejo después de lavar su cara, y sonrió. La plenitud de su pecho, el orgullo, el amor, la entrega le daban una sensación de goce indescriptible.

Se entregó a su omega, y recibió tal entrega que Aristóteles aullaba eufórico en su pecho.

*Ya entendí, estás feliz* 🐺

~Claro que lo estoy, mi omega bonito me ama, y lo amo~

*Su voz está en su interior, él la bloqueó* 🐺

~¿Y cómo la desbloqueamos?~

*No lo sé, Temo me dijo que siempre quiso ayudarlo, pero no supo cómo* 🐺

~Voy a ponerme en marcha después del cortejo. Ahora sólo quiero mimarlo y que tenga nuevos recuerdos~

*Vá a tener muchos buenos recuerdos, yo los tengo* 🐺

Mi Omega No Me Habla // Adaptación Emiliaco Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora