Chapter V

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Mammon había pasado la mayor parte del día distraído, pensando en lo ocurrido. Cada vez que recordaba el beso que compartieron al final de su cita, un hormigueo le recorría el cuerpo, y sus mejillas se encendían sin remedio. Aunque intentaba disimularlo y mantenerse en su fachada habitual de arrogancia, la verdad era que una parte de él quería volver a experimentar ese contacto, esa ternura inesperada que Asmodeus había mostrado.

Al caer la noche, recibió un mensaje en su teléfono: "Ven a Ozzie's. Hora de pagar el precio por el beso de ayer".

Mammon resopló al leer el mensaje, fingiendo molestia, pero no pudo evitar que su corazón diera un vuelco. Decidido, se dirigió al club sin pensarlo dos veces, con una mezcla de curiosidad y ansias en el fondo de su mente.

Cuando llegó, Asmodeus lo esperaba en un área privada, apartado del bullicio del club. Al verlo, Asmodeus sonrió con esa intensidad característica, sus ojos centelleando de interés. Mammon sintió un leve nerviosismo, pero caminó hacia él, intentando mantener su confianza intacta.

—¿Así que este es el "precio" del que hablabas? —dijo Mammon con una sonrisa desafiante, tratando de disimular el suave rubor en sus mejillas.

Asmodeus, sin responder de inmediato, dio un paso adelante, recortando la distancia entre ambos, y observó cada detalle del rostro de Mammon. Parecía estudiar cada expresión, cada parpadeo y cada rastro de emoción que pudiera encontrar.

—El precio aún está por definirse —respondió Asmodeus, bajando la voz mientras levantaba una mano para acariciar suavemente la mejilla de Mammon.

Mammon se quedó quieto, conteniendo el aliento mientras el pulgar de Asmodeus recorría la piel de su rostro, bajando por su mejilla regordeta hasta su mentón. Asmodeus parecía fascinado, observando su rostro con una ternura inesperada, y Mammon sintió que cada caricia quemaba su piel, como si cada roce le recordara cuán vulnerable era en realidad.

Asmodeus no se detuvo ahí. Sus dedos, largos y delicados, descendieron hasta el pecho de Mammon, presionando suavemente sobre su camisa, donde la tela parecía ajustarse apenas sobre su cuerpo corpulento y bien alimentado. Su pecho redondeado y sus mejillas regordetas contrastaban con su actitud normalmente dura, y Asmodeus parecía disfrutar cada detalle de él. Mammon trató de mantener su orgullo intacto, pero no pudo evitar que su respiración se acelerara.

Finalmente, sin más preámbulos, Asmodeus acercó su rostro al de Mammon, rozando sus labios apenas, jugando con la tensión que crecía entre ellos. Mammon tembló al sentir esa cercanía y cerró los ojos, dejando que el momento lo consumiera. Entonces, sintió cómo Asmodeus presionaba sus labios contra los suyos, un beso lento, intenso, que iba profundizándose con cada segundo que pasaba.

Los labios de Asmodeus se movían sobre los suyos con una mezcla de suavidad y determinación, dominándolo con facilidad. La mano de Asmodeus rodeó su cintura, atrayéndolo hacia él y haciendo que el cuerpo de Mammon se aplastara contra el suyo. Mammon dejó escapar un leve suspiro en los labios de Asmodeus, sintiendo la calidez de la palma de este sobre su espalda baja, mientras sus dedos se posaban firmes en su cuerpo, acariciando las suaves curvas de su torso.

Asmodeus parecía disfrutar cada centímetro de él, sin prisas, permitiéndose explorar su cuerpo regordete con una mezcla de fascinación y lujuria. Con cada caricia, parecía alentar a Mammon a entregarse por completo, como si el príncipe de la avaricia fuera una fuente inagotable de deseo que Asmodeus estaba decidido a hacer suya.

Mammon, a pesar de su orgullo y su reticencia habitual, se encontró correspondiendo el beso con una pasión que lo sorprendió. Rodeó el cuello de Asmodeus con sus brazos y dejó que el peso de su propio cuerpo descansara contra él, sintiéndose, por primera vez, seguro y vulnerable al mismo tiempo.

𝜗𝜚𝙴𝚗 𝚎𝚕 𝙹𝚞𝚎𝚐𝚘 𝚍𝚎𝚕 𝙳𝚎𝚜𝚎𝚘✧˚ ༘ ⋆。 ˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora