One shots; Kpop Idols ♡

Niki • Enhypen

-¿Qué haces aquí? Vete, no quiero seguir teniendo problemas con tu novia -le dije, sintiéndome incómoda con su presencia pues TODOS en la cafetería estaban viéndonos.

Esto era lo que provocaba Niki Nishimura, y lo odiaba.

-Esa tonta no es mi novia -respondió él y abrió su lata de refresco para darle un trago, sin despegar la mirada de mi-. ¿Por qué te cortaste el cabello?

-Porque quise, ¿Algún problema? -estaba muy agresiva, pero como no estarlo si por su culpa había perdido mi hermoso cabello.

Y aunque estaba actuando como si nada me importara, la verdad es que no era así. Tenía miedo de que Sofi llegara y nos viera juntos, esa maldita había logrado que le temiera más que a mí propia madre, y eso ya era mucho.

Niki sonrió y se recargo en sus brazos para acercarse más a mi.

-Te ves linda así, el pelo corto te queda muy bien. ¿Te había dicho que me encantan las chicas con el cabello de esa forma? -mis mejillas ardieron y mejor decidí despegar mis ojos de el, la ensalada de fruta que me habia comprado antes parecía muy rica pero ahora había perdido completamente el apetito.

Era un tonto.

Sabía que todo lo que decía solo lo hacía para molestarme, y burlarse de mi como hacía siempre.

-Vete, Niki. Déjame en paz... -susurré pero fue bueno que él hubiera alcanzado a escucharme.

-¿A qué le tienes tanto miedo, _____? Te dije que estaba enamorado de ti, y sé que no tienes motivos para confiar en mi pero también dije que haría todo lo posible para que eso cambiara. Por favor, dame una oportunidad... -iba a tomar mi mano pero rápidamente la alejé.

Niki hizo una mueca pero ya no insistió más, tomó los palillos y comenzó a comer su comida, quedándose en silencio lo cual agradecí.

No quería que me tocara. Estaba tan enojada, tan cansada... Solo quería llegar a casa y dormir, para olvidarme de todo y de todos, especialmente de el y de todos los problemas que tenía.

Al menos cuando dormía no pensaba nada, no existía nada, no sentía nada. Entre más rápido llegara a casa para hacer eso mejor, aquí sentía que me sofocaba.

Era horrible.

-¡Te veo a la hora de la salida! -gritó Niki pero ya estaba cruzando la puerta para salir de ese asfixiante lugar.

Ni siquiera le contesté nada, simplemente seguí mi camino y corrí a mi salón para encontrarme con Lu. Quien por desgracia no había salido al recreo porque olvidó hacer un trabajo y el idiota de nuestro maestro la castigó. Eso era malo, yo no consideraba que ese fuera un buen castigo, pero que se le podía hacer. Ella podía hasta desmayarse por no comer en todo el día, por suerte mi padre me había dado mi mesada y tenía dinero de sobra para comprarle aunque sea unas galletas en la máquina expendora. Era obvio que estaba prohibido ingresar alimentos a los salones, pero correría el riesgo por ella.

Una vez que entré, la cara de Lu se iluminó y sus ojos brillaron cuando le entregué lo que le había comprado.

-¡Gracias! Estaba muriéndome de hambre -ella abrió el paquete de galletas y se llevó una a la boca, chilló del gusto por lo bueno que sabía-. Dios, esto es la gloria. Soy una tragona y el profesor se atreve a dejarme sin recreo, es el peor castigo sin duda. Hubiera preferido que me reprobara.

-Ya, no pasa nada, lo bueno es que con esto podrás aguantar hasta que llegues a casa.

-Gracias _____, eres la mejor.